Un subfluvial para mejorar la conectividad del territorio

El túnel bajo la ría unirá las dos márgenes del Nervión mediante dos tubos con un enlace en cada lado. Así, en Eskuinaldea se remodelará la actual rotonda de Artatza (Leioa/Getxo), integrando los viales en superficie con los viales subterráneos que conectan con los túneles principales. En este entorno - más urbano, con más edificaciones y la presencia del parque de Artatza -, los corredores para resolver los movimientos del enlace se encuentran limitados al espacio disponible en cada una de las vías existentes; La Avanzada, Uribe Kosta y la carretera Asua - La Avanzada hacia Zugazarte.

En el lado de Ezkerraldea, se hará lo propio para conectar los túneles principales con el eje de Ballonti (Portugalete/Sestao/Trapagaran), la A-8 y la Variante Sur Metropolitana (VSM). Este enlace se encuentra en un entorno más industrial, con edificaciones en el lado derecho de la conexión de la A-8 con la glorieta de Sestao, y naves industriales en el lado izquierdo, la presencia del río Ballonti y las glorietas del enlace existente de Portugalete y Sestao.

La finalización del proyecto, prevista para 2032, transformará el patrón de movilidad entre márgenes, así como todo el Bilbao metropolitano. En este sentido, la Diputación foral de Bizkaia se encuentra actualmente trabajando en la puesta en marcha de esta infraestructura clave con la que se culminará el mallado de carreteras del territorio.

Objetivos estratégicos

La obra cuenta con 3 objetivos principales. En primer lugar, la reducción de la actual congestión en la red viaria del área metropolitana de Bilbao mediante el aumento de su capacidad. Esta situación de embotellamiento también se da en el corredor de La Avanzada y en el tramo Max Center (BI-10) hacia el puente Rontegi. El futuro subfluvial aumentará la capacidad del ámbito metropolitano en su punto crítico, el cruce de la ría, al implementar dos túneles gemelos con dos carriles por sentido.

Otro objetivo es el aumento del mallado de la red de alta capacidad para ofrecer rutas alternativas al puente Rontegi. Esta ampliación permitirá reducir la alta vulnerabilidad del sistema metropolitano, evitando así los colapsos y retenciones cuando ocurran incidentes en el puente, el Corredor del Txorierri, en la A-8 en Max Center, o en La Avanzada.

El tercer objetivo es la reducción de los sobrerrecorridos; es decir, la longitud y el tiempo de viaje. La distancia actual desde la rotonda de Ballonti a la de Artatza es de 15 kilómetros, mientras que con el subfluvial, este recorrido se reducirá a 4. Esto supondrá un ahorro en distancia, tiempo y consumo de carburante, contribuyendo así a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Impacto beneficioso

La consecución de estos objetivos producirá un impacto muy positivo en términos de eficiencia, efectos ambientales, sociales y de reducción de la vulnerabilidad de la red viaria. Así, el estudio de impacto económico realizado estima que la construcción del túnel generará una contribución de 290 millones al Valor Añadido Bruto de Bizkaia, apoyando la creación y el mantenimiento de 4,300puestos de trabajo.

Además, los beneficios incluirán ahorros importantes de tiempo y dinero - gracias a la reducción de la congestión en la red -, así como en las presiones ambientales relativas a emisiones de GEI, contaminación y ruido, entre otros. En caso de accidente, se ofrecerá una alternativa de cruce de la ría, lo que permitirá desviar el tráfico por el subfluvial. También se producirá una mejora en las condiciones de saturación viaria y una reducción de los índices de peligrosidad, revirtiendo en una potencial disminución de los accidentes o incidencias, y mejorando así la seguridad de la red.

Financiación europea

El túnel bajo la ría se enmarca en la estrategia de la Diputación foral de Bizkaia de favorecer la competitividad del territorio, potenciándolo e integrándolo en el mercado europeo, y mejorando la articulación de los grandes ejes de comunicación que lo atraviesan. Supone, por tanto, un importante hito, ya que definirá los movimientos de miles de personas en sus trayectos diarios.

El proyecto cuenta con el aval del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ha concedido un préstamo de 200 millones de euros para su construcción. Esta entidad financia iniciativas que impulsan un transporte más ecológico, seguro y accesible de acuerdo con su Política de Financiación para el Transporte, actualizada en julio de 2022, tras la adopción de la Hoja de Ruta del Banco del Clima y el Pacto Verde Europeo.

Esta política establece las prioridades de inversión para abordar los retos del sector del transporte, así como las que tendrán un mayor impacto en la transformación del sector hacia un modelo más sostenible.