Decía el malogrado periodista Andrés Montes en sus retransmisiones de la NBA junto a su inseparable compañero Antoni Daimiel aquello de “Por qué todos los jugones sonríen igual”. Esas narraciones convirtieron a Montes en un narrador y periodista de culto y esa forma de retransmitir ha quedado para la historia. Los miles de objetos que se pueden encontrar hasta mañana por la tarde en el BEC en una nueva edición del Desembalaje, como Andrés Montes, son de culto y también han escrito una pequeña parte de la historia de nuestra sociedad. Entre los pasillos del pabellón 1 del BEC se pueden encontrar relojes, muebles, vajillas, elementos de decoración, sellos, cartelería, joyas, minerales, espejos y un larguísimo etcétera de objetos llenos de historia. Pero entre los 114 expositores que dan contenido y vida a está edición del Desembalaje, hay un rincón para los jugones, para los jugones vintage en este caso.
Esos jugones vintage acuden este fin de semana con la sonrisa de quien puede encontrar aquello que está buscando. En su caso puede ser una muñeca, figuras de Playmobil, videoconsolas antiguas, videojuegos, scalextric, gijoes... Y hasta una máquina de pinball con un siglo de historia. Esta auténtica joya se puede encontrar en el puesto de Antigüedades E. P. y, quien pasa por al lado del puesto, no puede evitar mirar esta máquina que cuenta con nueve bolas y que funciona metiendo una moneda octogonal. “Guardo las monedas como oro en paño. Sólo tengo cuatro y son las únicas que valen para poner en marcha la máquina “, ha explicado Enrique Parra, responsable de este puesto que es un habitual del Desembalaje.”Esta máquina es americana del año 1920 y se la compré a un comerciante en Inglaterra. Sólo compré la parte de arriba porque la de abajo ya no existía. La parte de abajo actual está hecha por mí. Esta máquina es un artículo de colección”, ha desarrollado Parra, quien ha colocado un cartel de No Tocar en la máquina. “Es que, como es lógico, todo el mundo tiene la tentación de hacer una tirada y la máquina se deterioraría si todo el mundo tirase y no me puedo permitir el lujo de que se rompa. Sé lo que es ser niño y tener esa tentación de llegar y tirar”, ha añadido Parra. Niños... Y no tan niños porque esa tentación existe. El precio de esta máquina de pinball es de 1.250 euros. “Te puedo asegurar que le ganaría muy poco y ya ha habido varias personas que me han preguntado por ella”, ha concluido este hombre llegado desde la localidad madrileña de Fuente el Saz del Jarama.
El niño o la niña que en su día jugó, ya de mayor, en no pocos casos, quiere seguir jugando o, tener una colección que le rememore esos tiempos de infancia. Ejemplo de ello es el cántabro Miguel Hervás, quien se ha desplazado hasta el BEC desde Astillero para vivir una nueva edición de Desembalaje. Su pasión, desde pequeño, han sido los clics de Playmobil y está iniciando una pequeña colección. “He venido a Barakaldo a disfrutar y, también, con la intención de hacerme con unos cuántos clics de Playmobil. Me encantan y estoy empezando una pequeña colección”, ha reconocido este hombre de 35 años. Pero... ¿Se juega con los clics de la colección?. “Yo no juego con los clics de la colección, pero sí tengo unos cuantos con los que juego con mi hijo de 5 años”, ha asegurado Miguel, quien es posible que pase su pasión por los clics a una nueva generación.
ESOS JUGONES DIGITALES
Entre muñecas, clics, el scalextric, un parchís antiguo y demás elementos de juego analógicos, los juegos digitales también tienen su espacio. Por ello, Desembalaje es también el paraiso de los jugones digitales vintage. Ejemplo de ello es el puesto de Toyretro, negocio que un año más está presente en esta feria. Allí, además de juguetes de diverso tipo y discos, también hay videoconsolas y videojuegos. En su puesto se puede encontrar una Playstation 1 a un precio de 90 euros, alguna Game Boy y consolas más antiguas como la Super Nintendo, la Mega Drive, la Master System y una Spectrum entre otras. “Esto va por rachas, hace un tiempo el sector del videojuego tuvo mucho tirón, algo que ahora se ha apaciguado por la existencia de plataformas. Hoy, por ejemplo, he vendido ya un par de consolas y la pasada edición no vendí ninguna. Va por rachas, aunque sí es cierto que en la de noviembre se venden más por la cercanía de la Navidad”, ha explicado Joseba, responsable de Toyretro. Mientras tanto, una mujer buscaba en una caja un videojuego determinado de la Playstation 2, al otro lado del teléfono móvil, un jugón vintage le intentaba indicar cuál era el videojuego que buscaba. “Hay quien compra videojuegos, juegos y elementos antiguos por coleccionarlos, para jugar con ellos y, también, porque les hace ilusión que sus hijos o nietos jueguen con cosas con las que jugaron ellos de pequeños. Todos mantenemos, aunque pasen los años, nuestro Peter Pan dentro”, ha concluido Joseba.
Quienes busquen elementos de juego o cualquier otro tipo de objeto antiguo tienen toda la tarde de hoy hasta las 21.00 horas y mañana de 10.00 a 20.00 horas para disfrutar de este pequeño gran rincón de las antigüedades y el coleccionismo que es Desembalaje Bilbao.
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