Hasta este domingo a las 20.00 horas, los pabellones 1 y 3 del BEC acogen una nueva edición del Desembalaje, una feria que, en esta ocasión reúne a más de 150 expositores que son el vehículo para dar una segunda o, incluso, una tercera oportunidad a los miles de objetos que se exponen en esta feria que es todo un clásico en Bizkaia, no en vano, el Desembalaje cumple su 51ª edición. Al entrar al Desembalaje, el público se puede encontrar un clima en el que se respira historia, arte, tradición y mimo por las pequeñas cosas.

Ya paseando por los pasillos de los pabellones 1 y 3 del recinto ferial de Ansio, el público puede ver auténticas joyas cuyo máximo valor es haber resistido de la mejor forma posible y, en esta última etapa, con los mejores cuidados el inexorable paso del tiempo. Hay expositores que ya son unos fijos a esta cita y uno de ellos es el gallego Carlos Lema. En el puesto de este coruñés, más concretamente del municipio de Arteixo, se pueden ver joyas, libros y un larguísimo etcétera de objetos que tienen muchísimo encanto y en muchos casos, también una larga historia. “Para nosotros venir desde Galicia es un esfuerzo, pero merece muchísimo la pena. El mercado vasco es un mercado importante en el que cuesta entrar, pero en el que una vez entras te puedes consolidar. Es una clientela muy fiel y que suele mirar un poco de todo, pero que compra utensilios que va a usar en el día a día. Se decantan por comprar platos, ropa, joyas, muebles... Pica un poco de todo, pero cosas útiles en el día a día”, ha señalado este profesional que lleva más de dos décadas en el sector. En Desembalaje quienes acudan en busca de objetos para el día a día cuentan con un amplísimo surtido de muebles, joyas, detalles, elementos de menaje, vajillería y ropa entre otros que ahora buscan un nuevo destino, un nuevo dueño que le siga dando uso. “En esta feria es muy importante para los expositores el boca a boca. Si quedas bien con la gente, se lo cuenta a otra persona. Venimos a esta edición del Desembalaje con buena expectativas y, de momento, está habiendo mucho movimiento. Aquí la gente suele cumplir y comprar bien”, desarrolló Lema.

En imágenes: Desembalaje Bilbao, feria antigüedades, vintage y coleccionismo Miguel Acera

Hasta el recinto ferial de Ansio han llegado este fin de semana expositores de diversas zonas de fuera de Euskal Herria, pero también los hay vascos. Ejemplo de ello es José Antonio Monedero, el responsable de Pipi Denda, un negocio a caballo entre Cantabria y Bizkaia, y que en su puesto tiene elementos tan diversos como monedas, sellos, pins, juguetes y marionetas de personajes tan conocidos hace tres décadas como Macario, Doña Rogelia y Rockefeller... “Para nosotros esta es una feria muy importante porque nos queda muy cerca, los clientes y los expositores ya nos conocen. Las ventas hasta ahora han sido muy buenas y venimos con la expectativa de repetir éxitos”, ha reconocido José Antonio. Entre todos los elementos y objetos que se venden en su puesto, como no podía ser de otra manera, las monedas y los sellos tienen su tirón, pero José Antonio ha indicado que “como no somos un puesto especializado, quien no compra una cosa, compra la otra”. En ferias como el Desembalaje, cada objeto tiene una historia detrás y a la hora de hacerse con ellos los expositores también tienen que acercarse a la historia y el contexto de cada objeto. “Hay veces que en este tipo de ferias le compramos a otros expositores, los intercambiamos, otros objetos provienen de herencias, que los herederos no saben qué hacer con ellos y otras veces, como la gente desconoce su valor, aparecen en la basura y tratamos de contactar con quienes los cogen. Es una pena porque muchas veces la gente tira cosas desconociendo su valor”, ha asegurado José Antonio, quien ha hecho de su pasión, el coleccionismo, su modo de vida. “Empecé desde muy jovencito con sellos y minerales y llevo más de 50 años. Llevo quince años dedicándome en exclusiva a esto y he hecho de mi hobby mi trabajo y sigue siendo mi entretenimiento”, ha asegurado este hombre que pertenece a la asociación mungiarra Bitxikiak. De hecho, una de sus próximas actividades en las que se le podrá ver en Bizkaia es la feria Bitxikiak de Mungia.

PUNTO DE ENCUENTRO

El paso de las ediciones hace que Desembalaje sea el punto de encuentro entre coleccionistas y expositores. Entre los pasillos de la feria a esta hora aún estarán paseando Soraya Molina y José Valderrey, dos fotógrafos y apasionados del mundo de la fotografía. “Somos fijos al Desembalaje y venimos para comprar cosas relacionadas con la fotografía. En esta feria ya conocemos a expositores como Francesc Escala que esta vez no está y el inglés Barry King, que es el mejor. Venir aquí es como ir a la pescadería, vienes, miras lo que hay y compras lo que hay”, han asegurado estas dos personas que ya habían comprado algunos elementos relacionados con la fotografía. “El plan hoy es pasarnos unas cuántas horas aquí. De hecho, llevamos ya más de una hora y hemos visto tan sólo unos pocos puestos porque te encuentras a gente conocida, hablas, miras las cosas con detenimiento...”, han indicado. Esa es la magia del Desembalaje, el mirar las cosas con detenimiento, detenerse en sus historias y su valor más allá de lo estético y, además, reencontrarse con gente conocida. El Desembalaje estará abierto hoy hasta las 21.00 horas y mañana el horario de apertura será de 10.00 a 20.00 horas.