La Agencia Vasca del Agua, URA, va a proceder al derribo del azud situado bajo el puente del Montón, que une Iurreta y Durango, sobre el río Ibaizabal, también conocido como la presa de Mendizabal. El objetivo principal de esta actuación es la prevención de crecidas y la mejora de la seguridad frente a inundaciones en el entorno, especialmente tras varios episodios recientes de fuertes lluvias y desbordamientos que han afectado a vecinos y actividades de la zona, según han informado fuentes municipales iurretarras y durangarras. 

El derribo, todavía sin fecha prevista, permitirá recuperar la capacidad natural de desagüe del río, favoreciendo el flujo del agua y ayudando a reducir el riesgo de inundaciones. Además, con la eliminación de la pequeña presa, se prevé una mejora ecológica significativa: el río recuperará parte de su dinámica natural, facilitará el paso de las especies acuáticas y contribuirá al buen estado ambiental de la zona, tal como exige la normativa europea y estatal de aguas.

Esta intervención de URA responde a una política sostenida de restauración y seguridad fluvial en Bizkaia. En los últimos años, se ha acometido la demolición de otras presas y azudes obsoletos en diferentes municipios de la cuenca, con resultados positivos tanto en la protección ante crecidas como en la recuperación ambiental de los cauces.

Esta actuación que llevará a cabo URA, cuenta con el respaldo de las instituciones locales de Iurreta y Durango y se espera que, tras su ejecución, el Ibaizabal, en este punto de Durangaldea, gane funcionalidad hidráulica y el entorno fluvial de Iurreta se beneficie de un cauce más libre, seguro y natural.

En Elorrio

Pero esta no será la única actuación de URA en los ríos de la comarca. En Elorrio, el pasado mes de junio se consolidaba la margen izquierda del río Zenita, concretamente a la altura de Lourdeseko Ama Ikastetxea. Una obra que contaba con un presupuesto de 28.954,95 euros más IVA.

Esta obra se llevaba a cabo con el fin de proteger el cauce, reponer la margen y realizar las plantaciones para lograr la recuperación de la ribera y su vegetación. La ribera del cauce estaba afectada por una erosión local y su posterior deslizamiento, lo que dio lugar a una importante pérdida de la margen.

Para hacer frente a esta erosión, se construía un muro Krainer: un entramado de troncos dispuestos por capas, con rellenos de tierra compactada y revegetada con estacas vivas (como sauces) o plantas enraizadas, que con el tiempo desarrollan raíces capaces de estabilizar el terreno por sí sola.

En Zaldibar

Y el pasado mes de marzo, URA finalizaba las labores de eliminación de 174 metros cúbicos bambú (Phyllostachys sp.) en un tramo del arroyo Bekoerreka en Eitzaga, en Zaldibar, en una superficie de 600 metros cuadrados. Se trata de trabajos realizados desde la zona de restauración y conservación de los ríos de URA para controlar la expansión de esta especie e intentar erradicar la presencia de especies invasoras. Los trabajos se llevaban a cabo durante cuatro semanas y requería para ello una inversión de 32.594 euros.

Primero se cortó la parte aérea con motosierra a ras de suelo y luego se eliminaron las raíces de los tallos subterráneos (o rizomas) utilizando una pequeña excavadora para mover el terreno. Los residuos aéreos y los citados rizomas fueron trasladados a un gestor autorizado para su uso como biomasa. Además, se realizó un repaso manual para extraer pequeños trozos de rizoma que pudieran quedar esparcidos por el suelo.

Para restaurar la ribera se colocaron ramas cubiertas con una manta de yute. En la parte baja de la ribera se alinearon haces de ramas paralelas al agua. Además, se añadió tierra fértil a la zona afectada para su recuperación. Posteriormente se revegetó la zona con arbustos y árboles autóctonos y se sembraron herbáceas propias de la aliseda cantábrica de ribera. El bambú puede causar varios problemas en los ecosistemas acuáticos. Es una especie invasora que puede desplazar a las plantas nativas, tiene un alto potencial de alterar la biodiversidad local, puede afectar a la dinámica de erosión del suelo, explican fuentes de la Agencia Vasca del Agua.