A lo largo de 72 páginas, Balmaseda 1937 y el ilustrador César Llaguno relatan la Guerra Civil en Enkarterri, sus prolegómenos y consecuencias en un cómic nacido para dar a conocer los acontecimientos, pero también con vocación divulgativa con prioridad en los colegios. La Asociación Memorialista de la villa ya trabaja en esa parte del proyecto mediante el envío de una carta acompañada de un dossier a centros educativos de la comarca.

Esta documentación surgió “a raíz de la colaboración con el instituto de Balmaseda”, donde el alumnado creó sus propias viñetas y entrevistó a sus mayores. Estas actividades despertaron el interés del Berritzegune, “que nos propuso extenderlo a toda la comarca”, recuerdan. Iniciativa que ha contado con la supervisión del director del Museo de las Encartaciones, Javier Barrio.

Al igual que su predecesor, centrado únicamente en Balmaseda, este segundo cómic contiene “un poco de todo: datos, bibliografía, reflexiones, pero si algo destaca, son sus historias apasionantes” que desean acercar a la juventud. “Esperamos que todo ello sea del agrado del profesorado y que una mirada más local contribuya a que la gente joven se vaya familiarizando con el memorialismo y sus valores” en un contexto en el que “muchas cosas vuelven a estar en juego” por el crecimiento de la extrema derecha.

El apunte

Desde 2017. Balmaseda 1937 nació en 2017, coincidiendo con los numerosos actos que conmemoraron el ochenta aniversario de la caída de Enkarterri en manos franquistas. Un punto de inflexión en la divulgación de cómo se vivieron la contienda y la posterior dictadura en la comarca. Desde entonces, la agrupación desarrolla “una intensa labor con colectivos e instituciones, como la Plataforma Vasca Contra los Crímenes del Franquismo, la Diputación, el Instituto Gogora o la UPV”.