Edurne Asensio ha entregado en la sede de la Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Bizkaia los 414,66 euros reunidos en la degustación benéfica de pintxos organizada en agosto, en colaboración con el bar Eretza. En los bocados no faltó el pimiento de La Barranca que ella cultiva en Güeñes, y cuya recuperación promueve desde su puesto del mercado municipal los jueves y en numerosas ferias por Enkarterri.
Con un sencillo y a la vez entrañable acto este mes de diciembre cierra de momento el círculo de la solidaridad. Pensar en amistades que han pasado por el duro trance de la enfermedad le ayudó a elegir la causa a la que destinar lo obtenido por los pintxos. La iniciativa buscaba dar a conocer el producto autóctono “sin ánimo de lucro”, explica.
Edurne reivindica la “versatilidad lo mismo para freír que para asar” del pimiento de La Barranca, que se cultiva en el municipio desde el siglo XIX. Por su calidad era habitual que muchas personas fueran a recogerlo en tren. Ella misma toma el ejemplo de su suegra al repetir el proceso año tras año. “En torno al mes de marzo se empieza a preparar el semillero a partir de pimientos secos de la temporada anterior. Se guarda y en dos o tres meses va brotando la planta, que pasará otros dos o tres meses en tierra”, describe. Aproximadamente en agosto se suele recolectar este alimento kilómetro cero preparado desde el campo a la mesa, aunque este año las lluvias han retrasado el proceso.