Desde 2015, el mundo ha sido testigo de una movilización sin precedentes en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) agrupados en torno a cinco esferas que se denominan las 5 “P” del desarrollo: personas, planeta, prosperidad, paz y ‘partnerships’ (alianzas).

En esta misión compartida, y durante los primeros años de implementación de la Agenda 2030, logramos avances significativos en algunos frentes. Sin embargo, tal y como nos indica el Secretario General de Naciones Unidas, a medio camino de la fecha límite para el cumplimiento de la Agenda, los datos nos muestran que más de la mitad del mundo se está quedando atrás. 

Los avances para más del 50% de las metas contenidas en los ODS son endebles e insuficientes, y el 30% están estancados o han retrocedido, siendo especialmente preocupantes los relativos a la pobreza, el hambre y el clima. 

La pandemia de la COVID-19 y la poli-crisis que surge de la combinación del cambio climático y las múltiples caras de la desigualdad han impactado en el escenario geopolítico global. Buen ejemplo de ello son las consecuencias del conflicto en Ucrania, que ha conllevado una mayor inseguridad alimentaria por el alza de los precios de los alimentos y la energía para millones de personas.

A sólo seis años del cumplimiento del plazo, resulta necesario mucho más esfuerzo, inversión y cambios sistémicos y, para lograrlo, se requiere también de un mayor liderazgo y de la acción concertada de todas las partes. Para enfrentar este desafío, el sistema de desarrollo de las Naciones Unidas, liderado por el Secretario General António Guterres, ha movilizado 12 iniciativas de alto impacto para impulsar y escalar el progreso de los ODS

Estas propuestas buscan trabajar en los espacios internacionales junto a los gobiernos de los Estados, pero también, y con especial importancia, desde el ámbito local. Una de ellas es la Coalición Local 2030, cuyo Secretariado, tras un proceso de negociaciones internacionales para su candidatura, se ubica en Bilbao.

Todas las crisis de nuestro tiempo tienen dimensiones locales y requieren respuestas localizadas. Asimismo, sabemos que dos tercios de los ODS no se pueden alcanzar a menos que los gobiernos y los agentes locales y sub-estatales estén plenamente involucrados y empoderados desde sus competencias. Así, el logro de los ODS depende, más que nunca, de habilidad, pero también de la oportunidad que demos a los gobiernos locales y regionales para promover un desarrollo territorial integrado, inclusivo y sostenible

“El Secretariado reforzará la visibilidad y la presencia de Bilbao en los foros internacionales más relevantes”

Ayudar a lograrlo es precisamente la función del Secretariado de la Coalición Local 2030, cuya ubicación en Euskadi ha supuesto un gran trabajo desde varios niveles de las administraciones públicas. El Secretariado tendrá tres áreas de acción; incidencia para generar una comprensión más profunda del imperativo de la localización de los ODS, acción para facilitar la implementación local a través del desarrollo de capacidades y su financiación, y monitoreo e información desde lo local hacia los espacios multilaterales existentes.

En plena incorporación de su personal y en el arranque de sus actividades, este Secretariado enfrenta la necesaria y compleja misión de poner en marcha un plan de acción que facilite las conexiones entre diversos agentes públicos y privados, ofrezca soluciones para la colaboración a nivel global, y proporcione asesoramiento y apoyo técnico a nivel local. No cabe duda de que esta misión representa una gran oportunidad para Bilbao y para el conjunto de los territorios.

Esta llegada de Naciones Unidas a Bilbao también reforzará la visibilidad y la presencia de la villa en los foros internacionales más relevantes. Además, un rol más activo de Euskadi a nivel internacional, representa a su vez una ocasión para exportar el modelo multiactor-multinivel que venimos desarrollando con éxito desde 2016. 

Dentro del ejercicio de las competencias y con la voluntad apropiada, esta internacionalización puede acompañar y reforzar el esfuerzo por implementar la Agenda 2030 como eje de un nuevo contrato social. Un hito en la hoja de ruta para que todas las Personas que conforman el conjunto de la sociedad vasca, sigan desarrollándose y haciendo frente a los desafíos presentes y futuros.