Arkunautak impulsa el tiro con arco en Portugalete

Coger el arco, preparar con calma la flecha, colocarla y estirar hacia atrás el disparador hasta llegar a la altura de la cara y soltarlo con firmeza. Ese es, más o menos, el proceso a seguir para hacer un lanzamiento en tiro con arco, una disciplina que está viviendo en Portugalete una buena época de la mano del club Arkunautak, una entidad que empezó su andadura hace casi siete años con la participación de tres personas y que, en la actualidad, cuenta con 47 deportistas en su humilde estructura. “Cuando creamos el club nuestro objetivo era que los arqueros de Bizkaia tuviesen un lugar en el que entrenar. El ir caminando y trabajando día a día nos ha traído hasta el punto en el que estamos ahora”, indicó Juanjo Rueda, entrenador de la escuadra portugaluja.

Ese camino que se está recorriendo desde Arkunautak se puede ver en las sesiones de preparación que realizan en un espacio habilitado en el Colegio Santa María. En esos entrenamientos se puede ver el buen ambiente del equipo y el afán de los arqueros por seguir mejorando y avanzando. Los recursos con los que cuenta el club son limitados y eso se traduce en que, por ejemplo, no cuenten con un lugar al aire libre en el que poder entrenar, lo que les limita sobremanera a la hora de poder competir en diversas modalidades de tiro con arco. “Es algo en lo que estamos trabajando, pero sabemos que es una cuestión muy complicada el hecho de poder contar con un espacio al aire libre en el que poder entrenar. Nosotros seguiremos tocando puertas e intentándolo”, desveló Rueda.

Arkunautak está trabajando en crear un proyecto deportivo sostenible y duradero que sirva para enganchar a cada vez más gente a una práctica deportiva que se remonta a miles de años, porque la convivencia entre el ser humano y el arco como arma se remonta a tiempos inmemoriales. Por todo ello, desde Arkunautak se otorga una importancia suprema a la escuela de tiro con arco, un espacio en el que, cada lunes, se trabaja para que los niños y niñas se acerquen a este deporte y vayan evolucionando en esta práctica.

El proceso de aprendizaje de esta práctica es largo puesto que hay que interiorizar toda una mecánica, un protocolo a la hora de tirar y en ello, según estima Rueda “dependiendo de cada caso puede llegar a necesitarse dos años para lograr una mecánica depurada. Luego hay gente que nace con ese don y le cuesta menos, pero además de la mecánica el aspecto mental es muy importante. Este deporte requiere de grandes dosis de concentración, hay que estar muy centrado en todo momento”, desarrolló el técnico del club jarrillero.

Toda esa labor callada y constante que se lleva a cabo entrenamiento a entrenamiento, tiro a tiro, está dando sus frutos, ya que durante esta temporada arqueros de la entidad han logrado varias medallas. “El balance que hago de esta temporada es muy bueno. Estoy muy satisfecho. Me quedo con la pena de que no hayan dado el paso de presentarse a las competiciones más arqueros. Los resultados son muy buenos y es para estar muy satisfecho y disfrutarlos, pero esto son rachas y en lo que tenemos que centrarnos es en seguir trabajando bien para continuar haciendo crecer el club y que, también, los resultados lleguen”, explicó Rueda. La mayor fuente de éxitos deportivos para la entidad jarrillera ha sido la categoría de mayores de 50 años de la modalidad de arco desnudo en la que tres arqueros del club han ocupado los tres cajones del podio en el Campeonato de Bizkaia.

A principios de este mes, en un acto celebrado en Miribilla, los tiradores jarrilleros recibieron las cinco medallas cosechadas en los campeonatos territoriales. “Ha sido un gran resultado”, indicó Txabio Rodríguez, quien se alzó con el primer puesto en esta categoría. Además, en su caso cabe añadir sendas preseas de plata en el Campeonato de Euskadi y en la Liga Vasca. Txabio llegó al tiro con arco procedente de otra disciplina deportiva, la montaña. “Es un deporte individual, pero a la vez también es colectivo. Te fijas en lo que hacen los demás, el resto te ayuda a mejorar... Además, cuando voy a tirar estoy en un estado de tranquilidad absoluta, vivo un momento zen, concentrado en lo que tengo que hacer en ese momento y desconectando del resto de cosas”, expresaba uno de los jarrilleros de este club en el que hay personas llegadas de otros puntos de Bizkaia como, por ejemplo, Bilbao y Arrigorriaga.

De cara al futuro, este club que va a cumplir su séptimo aniversario próximamente, se fija el reto de seguir creciendo y continuar atrayendo a más personas; y ya, la guinda, sería poder contar con ese ansiado espacio al aire libre en el que poder entrenar. “Animamos a la gente a que venga y pruebe este deporte que no tiene edad. Seguro que van a repetir porque engancha”, concluyó Juanjo Rueda, el técnico de Arkunautak, club que busca que cada vez más jarrilleros den en la diana.