El pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Sopela ratificó la aprobación inicial de la modificación de la normativa urbanística del municipio que permitirá poner a disposición del Departamento de Educación del Gobierno vasco dos parcelas ubicadas en Loroño y Abaro. Se trata de un paso clave para poder iniciar la construcción de un nuevo colegio en Sopela que subsane los problemas de masificación actuales que presentan Zipiriñe e Iberre.

En este sentido, tras la aprobación inicial, el Consistorio inició este procedimiento administrativo que previsiblemente “culminará hacia el mes de enero de 2024”, según estiman los responsables municipales, puesto que será entonces cuando se ceda definitivamente dicha parcela a Educación para la ampliación de Zipiriñe.

Además, en el caso de las parcelas de Abaro destinadas al centro de Iberre, el pleno aprobó también la ocupación anticipada de los terrenos por parte del Ayuntamiento, para que el Ejecutivo local pueda cederlos directamente a Educación. Asimismo, se abrió un mes para alegaciones, por lo que el Consistorio espera que la cesión de las parcelas de Abaro al Gobierno vasco se concrete y se haga efectiva a partir de este próximo mes de septiembre.

Precisamente, el pleno acordó abrir un plazo de consulta pública a la ciudadanía sobre el proyecto que concluirá el viernes 8 de septiembre. Un periodo de tiempo en el que los vecinos y vecinas del municipio pueden presentar sus dudas y solicitar información o cita presencial con el equipo redactor o bien con la oficina técnica sobre este proceso de modificación de las normas subsidiarias del municipio. Para ello, se deberá pedir cita previa llamando directamente a la oficina técnica del Ayuntamiento (Urbanismo) 944 065 500 extensión 207 o enviando un correo electrónico a la dirección hirigintza@sopela.eus.

Por último, desde el equipo de gobierno, formado por EH Bildu y Elkarrekin Sopela, destacan que la cesión de estas parcelas al Gobierno vasco supone “un gran paso para solucionar las reclamaciones históricas de Sopela en el ámbito educativo”.

Cabe recordar que las familias del colegio Zipiriñe apostaron el pasado enero por construir un nuevo edificio en Loroño como solución a la falta de espacio en el centro a través de un proceso participativo impulsado por el Ayuntamiento.