Aunque resulte una contradicción, mientras que llenar la cesta de la compra es hoy en día más caro que hace un año, el despilfarro de alimentos en los hogares y empresas vascas continúa siendo una realidad que se debe controlar y que se transforma anualmente en toneladas de alimentos que podrían ser aprovechados. Los datos no dejan lugar a dudas. Cada vizcaino tira a la basura en torno a 142 kilos de comida al año. Una cifra que invita a la reflexión y aún más si cabe si esos alimentos podrían ayudar a dar de comer a personas que no tienen, por eso debemos ser conscientes de lo que ese gesto supone. La Comisión Europea cifra en un 20% los alimentos que se desperdician en un planeta en el que el 10% de la población sufre hambre. El objetivo para los próximos meses es concienciar a la población, tanto a nivel individual como colectivo, para lograr que los excedentes alimentarios puedan llegar a personas que las necesiten. 

En 2023 todas las empresas deberán contar con un plan para reducir el despilfarro de comida. Ante esta realidad el Gobierno vasco lleva meses trabajando para realizar un diagnóstico de la situación en los diferentes ámbitos en Euskadi, con la idea de conocer, en base a las diferentes empresas, qué tipo de alimentos se tiran, cómo se puede gestionar su reparto y de qué manera se podría canalizar su aprovechamiento. En esta línea, la asociación BilbaoDendak se ha adelantado y de la mano del Ejecutivo vasco ha puesto en marcha un proyecto piloto a nivel estatal en este caso en el ámbito de las empresas vizcainas. En el mismo, diez empresas de comercio y hostelería de la capital -socias de BilbaoDendak- se han subido al carro para la gestión de sus excedentes, desde la prevención hasta la reutilización como donaciones.

EN BREVE

Reto. La ONU recoge en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reducir el despilfarro a la mitad para el año 2030, reto que asume el Pacto Verde Europeo a través de su Estrategia de la granja a la mesa. En Euskadi, conscientes de la gravedad del problema y en el marco del Basque Green Deal, se pone en marcha en 2018 una Estrategia para reducir el despilfarro en la cadena alimentaria vasca.

Medir el desperdicio. Se ha elaborado un estudio realizado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco a través de ELIKA, pionero en el Estado y Europa para medir el desperdicio alimentario en todo el sistema agroalimentario.

“Con esta iniciativa lo que pretendemos es dotar a las empresas de una herramienta útil ya testada para adaptarse a la futura Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario que se prevé entre en vigor en 2023 y que obligará a todas las empresas alimentarias a disponer de un Plan de Gestión de Excedentes Alimentarios. Todos debemos hacer un ejercicio de responsabilidad; primero desde el ámbito del hogar donde también se tira mucha comida a la basura”, explica el presidente de la asociación BilbaoDendak, Rafael Gardeazabal.

El desperdicio de alimentos es uno de los problemas mundiales más graves -especialmente en las sociedades avanzadas- con consecuencias globales en el ámbito medioambiental, económico y también social. “No todas las empresas son iguales y por lo tanto, el análisis nos ayudará a elaborar un plan y a dotar de herramientas a las empresas que les ayuden a llevar la gestión de esos alimentos. La cuantificación nos llevará a la prevención, principal mecanismo de reducción en nuestra jerarquía de usos y a establecer un diálogo continuo entre todos los agentes, corresponsables en el problema y en las futuras soluciones que precisarán de la colaboración de todo el sistema alimentario vasco”, destacó a DEIA la directora-gerente de la Fundación Elika, Arantza Madariaga.

El proyecto piloto que ya está en marcha en Bizkaia tiene como objetivo la revalorización de excedentes alimentarios a través de un proceso completo y transversal que abarca desde el análisis a la implantación de la solución en las diez empresas que participan y que representan distintos subsectores: restaurantes, caterings, pastelería, panadería, frutería, charcutería y frutería. “Lo que pretendemos es reducir el desperdicio y aprovechar el excedente, que suelen ser alimentos en perfecto estado y que por diferentes motivos no acaban comiéndose y se echan a la basura”, explica Denis Ugalde responsable del proyecto Oreka. 

La iniciativa de revalorización de los excedentes alimentarios mediante un proceso integral se basa en el análisis a través de la implantación de una solución a la que por el momento se han adherido diez empresas entre los que se encuentran los restaurantes Yandiola, Gaminiz e Ein Prosit; el Café Bar Iruña, Catering Iruña; las pastelerías Don Manuel y Bizkarra; la frutería All Natural, Charcutería La Moderna, Hamburguesería La Carmela y Supermercados BM. “La iniciativa no está cerrada. Lo que pretendemos es que cada vez más empresas se unan a este proyecto de manera que en Bizkaia podamos lograr una red social amplia de aprovechamiento de alimentos”, asegura el responsable de Oreka. 

LA CIFRA: 78%

En el sector de la distribución -donde el 80% de los comercios son minoristas- las causas por las que se produce el desperdicio son evitables en un 78% (fechas de caducidad y consumo preferente, manipulación inadecuada...). 

Pastelerías Bizkarra es una de las empresas que se ha sumado a este proyecto. Eduardo Bizkarra -gerente la empresa- asegura que una de sus preocupaciones es qué hacer con los alimentos que sobran y que al día siguiente no se pueden vender. “Poder contar con ayuda, con una herramienta, es fundamental para que muchos de los productos que elaboramos, pasteles, bollería, panes... puedan ser aprovechados y no acaben en la basura”, apunta al tiempo que asegura que disponer de reservas ayuda a que empresas como la suya puedan calcular cuánto tienen que elaborar para vender. 

Gorka García, por su parte, es jefe de Gestión de Tiendas de Supermercados BM y según explica, desde hace años trabajan con distintas políticas de aprovechamiento de los excedentes y productos caducados. “Cuando BilbaoDendak nos contó está iniciativa nos pareció muy positiva porque contamos con 25 supermercados en Bilbao y podemos contribuir a dar forma a este proyecto y al análisis que se quiere realizar”, cuenta. Para Miren Josune Garate, responsable de All Natural Bilbao, la iniciativa planteada “es fantástica”. “Las empresas necesitamos herramientas para poder dar salida a los alimentos que no podemos vender. Nosotros, desde nuestro negocio, intentamos tirar a la basura lo mínimo, pero ello supone más tiempo, que muchas veces no tenemos. Es bueno saber que la comida, fruta, verdura, productos que pueden comerse, pero no sacar a la venta por diferentes razones, van a ser aprovechados y que van a llegar a su destino con todos los controles”, apunta Miren Josune.

Por otro lado, Amaia Aseguinolaza en representación de Café Iruña y Catering Iruña también se ha sumado a este proyecto piloto de BilbaoDendak con la esperanza de poder trabajar y gestionar con seguridad y eficacia todo ese excedente de alimentos que se pueden aprovechar. “Afortunadamente hay cada vez una mayor sensibilidad y es una realidad que se está imponiendo. Este sistema nos va a ofrecer a las empresas garantías para que los excedentes lleguen en perfecto estado”. En su caso lo van a llevar a cabo en el Café Iruña, pero la idea es que también en Catering Iruña se lleve a cabo un análisis para poder aprovechar al máximo el excedente en los eventos que se organizan. “No somos consciente de todo lo que tiramos a la basura y que se podría aprovechar para distribuirlo en comedores sociales que no paran los 365 días del año”, concluyen.

CONCLUSIONES

Estudio sobre la cadena alimentaria. Las conclusiones del estudio sobre la cifra del desperdicio alimentario (comestible y no comestible) total generado en Euskadi a lo largo de la cadena agroalimentaria (primer sector, transformación, distribución, HORECA y hogares) es de 311.792 toneladas al año.