En uno de los pequeños puestos montados ayer domingo estaban Jesús Sánchez y Julio López, integrantes del equipo de Hospitalización a Domicilio Pediátrica del Hospital de Cruces, único servicio de este tipo en Euskadi. Ellos son los encargados de aplicar los cuidados paliativos en los casos más complicados y la jornada de ayer domingo suponía una oportunidad para que la sociedad conozca mejor su labor. “Para nosotros es una oportunidad para desmontar falsos mitos y mostrar que los cuidados paliativos no se limitan solo a los momentos previos a la muerte, sino que esa es solo la parte final de un proceso mucho más largo. Nuestro objetivo de trabajo es tanto los niños como sus familias, acompañarles en el proceso y eso requiere también un trabajo psicológico, social, de apoyo...”, indicó Julio López, quien lleva tres años formando parte de este equipo. 

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Así, bajo la premisa de dar vida a los años y no años a la vida, la función de estos facultativos es imprescindible en los casos con peor diagnóstico. “Las cosas van avanzando, más lentamente de lo que nos gustaría, pero avanzan. Aún hay muchas carencias y tenemos mucho camino por recorrer. Los cuidados paliativos, a día de hoy, se aplican en el 50% de personas mayores susceptibles de ser aplicados, mientras que en pediatría hablamos de en torno del 10%”, indicó Jesús Sánchez. De todos los casos en los que se aplican cuidados paliativos a niños, solo el 30% corresponden a enfermos de cáncer.