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"El meteorito vino del espacio sin instrucciones"

Miles de personas acuden al santuario de Urkiola para conmemorar la festividad de San AntonioMuchos de los asistentes cumplieron con la tradición de buscar el amor tras dar siete vueltas al tximistarri

"El meteorito vino del espacio sin instrucciones"

abadiño - La tradición sigue mandando en Urkiola y fueron miles las personas que subieron ayer al santuario a conmemorar, como cada 13 de junio, la festividad de San Antonio de Padua. Con temperaturas que rondaron los veinte grados, la jornada estuvo marcada por el tradicional mercado ganadero y una feria agrícola con una treintena de puestos.

Desde primera hora de la mañana, los asistentes se concentraban en las inmediaciones del santuario, mientras los más beatos, por su parte, tuvieron ocasión de asistir a las misas oficiadas cada hora, con la mayor a mediodía. Un año más, el tximistarri, la gran roca enclavada frente al templo, volvió a centrar la atención de los presentes. No en vano, son muchos los que aprovechan su paso por Urkiola para encomendarle a San Antonio que les encuentre pareja o que les conceda un deseo. Según manda la tradición, las siete vueltas en el sentido de las agujas del reloj ayudan a que los deseos se cumplan, sobre todo los que tienen que ver con la misión de encontrar pareja.

Desde Usansolo acudió por primera vez José Ramón Muñiz acompañado de Lai, un pastor vasco hembra que también completó el ritual. “Nunca se ha interesado por ningún perro y hemos subido a ver si le encontramos uno que me guste a mí también”, explicó entre risas el dueño antes de añadir que “yo lo que busco es conservar la pareja que tengo”.

Otro que debutó en la tradición de completar las vueltas a la piedra fue Mariano, de Larrabetzu, que bajaba del monte con un amigo cuando se encontró con la muchedumbre. “El meteorito vino del espacio sin instrucciones y habría que poner un cartelito”, aseguró jocosamente.

Antes o después de su interesada visita anual al meteorito, la mayoría de los asistentes tomaron dieron una vuelta por los puestos agrícolas, donde se podía adquirir un amplio abanico de productos locales. “Se nota el buen tiempo y la gente anda a gusto”, explicó José Luis, de Arbizu, en su puesto de queso y en compañía de su hijo Gorka. Satisfecha también con las ventas y la climatología se mostró Ana Añibarro, fiel a la cita con sus pasteles y dulces desde Orozko. “Llevo 22 años viniendo y hoy se nota que hay más gente con este día tan estupendo que ha salido”, agradeció la artesana.

En los puestos agrícolas llamaron especialmente la atención las Mercedarias de Loiu que acudieron por primera vez a Urkiola con sus dulces. Dos monjas de clausura vendieron pastas, chocolates y mermeladas artesanas, productos que preparan desde hace 26 años en el Monasterio de San José. “A la gente le impacta vernos aquí pero es una manera de dar a conocer lo que hacemos”, explicó una de ellas.

A escasos metros, los focos eran para la exposición de más de un centenar de cabezas de ganado equino. Para muchos ganaderos, la de Urkiola es una cita marcada en rojo en el calendario. Entre ellos, Ibon Lasuen, ganadero abadiñarra de 28 años que acudió con ejemplares de pirenaica. “Desde los 16 años siempre he venido y es una buena feria donde la gente ve lo que tenemos y se interesa por algún animal”, aseguró el joven.

más programación La jornada de repetición será el domingo con misas a las 10.30, 11.30 y 13.00 horas. La misa mayor, a las 11.30, contará con la participación de Leioako Abesbatza. La jornada se completará con exhibiciones de herri kirolak, sokadantza y una romería con Aiko Taldea eta Bizkaiko Gaiteroak.