BILBAO. Urkullu ha hecho esta valoración durante el acto de clausura que ha tenido lugar en la localidad vizcaina del programa organizado con motivo del 125 aniversario del también conocido como Puente Colgante, que ha calificado como una de las obras "más destacadas de arquitectura del hierro de la Revolución Industrial".

En dicha clausura, el lehendakari ha estado acompañado por el consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, y la viceconsejera Turismo y Comercio, Isabel Muela, así como por representantes de otras instituciones y la presidenta del Puente Bizkaia, María Uriarte.

Urkullu ha utilizado el Puente Bizkaia como metáfora de la capacidad de la sociedad vasca para ser capaz de "tender puentes entre personas de diferentes orígenes, estratos sociales e ideologías sobre los sólidos cimientos del respeto y la tolerancia".

"Este 125 aniversario nos ha servido para valorar más nuestro patrimonio cultural y nuestro patrimonio industrial", ha señalado Urkullu, al tiempo que ha recordado el "eco internacional que tuvo la inauguración del puente" y el valor arquitectónico del considerado primer puente transbordador del mundo.

El lehendakari ha tenido palabras durante su discurso para el que fuera arquitecto y responsable de su diseño, Alberto de Palacio Elissague, a quien "hemos podido recordar y reconocer durante estos meses como un arquitecto excepcional que nos legó esta obra cumbre en su carrera".

EXITO SOCIAL

Urkullu ha definido el Puente Bizkaia como "el símbolo de la edad de oro de la industria vasca, de nuestro pasado metalúrgico y de una Revolución Industrial que transformó profundamente nuestra sociedad", ha indicado.

En ese punto ha hablado de la necesidad de continuar "tendiendo puentes" para consolidar una sociedad más cohesionada porque "hace 125 años el Puente de Bizkaia separaba dos mundos que vivían de espaldas y hoy, afortunadamente, integra una sociedad más cohesionada".

Desde su punto de vista, ese "es el 'éxito social' que pone de manifiesto esta gran obra, la constatación de que la sociedad vasca ha sido capaz de tender puentes entre personas de diferentes orígenes, estratos sociales e ideologías sobre los sólidos cimientos del respeto y la tolerancia".

La presidenta del Puente Bizkaia, María Uriarte, ha destacado durante su intervención que, a lo largo del 125 aniversario, que se ha celebrado durante los últimos meses, se ha "pretendido hacer partícipe a la ciudadanía" de esta celebración y de recuperar "el carácter innovador de un vasco universal como fue Alberto de Palacio Elissague, que nos dejó una obra bella, singular y pionera, reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco".