EL espectáculo erótico celebrado del pasado sábado 17 de octubre en la discoteca Moon de Berango y toda la polémica surgida a su alrededor, no ha hecho más que evidenciar la importancia de las redes sociales y los nuevos sistemas de mensajería gratuita en la sociedad actual, especialmente entre la juventud. Por supuesto, desligando del asunto el tema del cartel, que analiza en estos momentos Emakunde, y que para muchos resulta obsceno, denigrante y bochornoso para las mujeres, -aparece un hombre hipermusculado sujetando a cinco señoritas también ligeras de ropa con unas cuerdas-, lo cierto es que esta polémica evidencia el cambio producido por la aparición de los smartphones en los últimos años.

Y es que espectáculos eróticos de este tipo ha habido siempre. Y, más en concreto, en esa discoteca, denominada hasta hace dos años The Image. “Nos decidimos a hacer una fiesta de este estilo porque algunos de los trabajadores me comentaron que antes se hacían una o dos veces al año y tenían mucho éxito. Venía mucha gente”, comentó el responsable del local que, sin embargo, lamentó la coincidencia ese día de dos fiestas de estilos diferentes, una de música electrónica y la erótica. Lo que, sin duda, pudo llegar a confundir a una gran parte del público.

Sin embargo, los que acudieron a la fiesta erótica, motivados precisamente por su clasificación, sabían lo que se iban a encontrar, según destacan algunos usuarios habituales de la discoteca, dado que este tipo de espectáculos ya habían tenido lugar en la sala de Berango. Precisamente bajo la denominación de The Image, se realizaban fiestas anuales conmemorativas en las que se incluían espectáculos pornográficos. “El del pasado sábado no fue diferente a los que se hacían antes en el Image. Hace unos años se hacían los viernes, una vez al año, y eran espectáculos similares que duraban entre 20 y 25 minutos aproximadamente. Se veía una escena porno, con felación y acto sexual”, afirma un usuario de la discoteca desde hace años y que el pasado sábado estuvo presente en el show erótico de la Moon.

Similar opinión comparte un extrabajador de la discoteca, cuando se denominaba The Image. “Se hacían pases a lo largo de la noche. Los actores salían al escenario y se veían felaciones, shows lésbicos..., y luego también subían a gente animada del público. A mí no me gustaba pero yo estaba a lo mío”, señala. Se trataba de fiestas especiales, en las que la entrada tenía otro precio -“más elevado”, según detalla- y que reunían a un gran público. Sin embargo, lo que allí pasaba en las noches más ardientes del Image no alcanzaba la repercusión que ha tenido ahora, cuando los vídeos del espectáculo han circulado por los móviles de la juventud sin ningún tipo de filtro.