Julen Bergantiños, cocinero con estrella Michelin en Bilbao: “La depresión me ha hecho relativizar mucho el éxito”
En el Restaurante Islares, disfrutaron del “debut” atendiendo a prensa, comensales y amigos
Tras más de diez años trabajando fuera de Bilbao, en cocinas como Celler de Can Roca, Can Jubany, Alkimia o Ambivium, Julen Bergantiños regresó a la villa para dar vida a un proyecto propio. Su restaurante Islares, de apenas 64 metros cuadrados y con un único foco de inducción, se ha convertido en un espacio donde la cercanía y la intensidad de cada plato logran que los comensales disfruten hasta la última cucharada, con platos como su tradicional guiso de manitas con puerco celta gallego.
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Una depresión que relativiza el éxito
La gala Michelin dejó a Julen exhausto pero feliz. “No dormimos nada, el equipo no quería irse a la cama y el avión nos esperaba muy pronto”, recuerda. A lo largo de la mañana un sinfín de medios han pasado por el establecimiento bilbaino, donde el chef ha aprovechado para compartir su lado más humano. “Durante tres años sufrí depresión y muchos días no encontraba fuerzas ni para abrir el restaurante. Estuve mucho tiempo en la cama y engordé 50 kilos.
Los comensales disfrutan hasta la última cucharada, con platos como su selecto guiso de manitas con puerco celta gallego.
Alta cocina, un lugar hostil para sanar
La alta cocina es muy individualista;delegar y confiar en el equipo, ha sido mi salvación para no perder la pasión y la salud”, confiesa con aspereza y con el ánimo de visibilizar su historia para ayudar a los demás. A día de hoy Julen Bergantiños no se deja llevar por presiones externas. “Solo pienso en hacer lo que me llene de verdad. Tengo ganas de ir a esquiar con mis amigos en invierno y de que llegue enero para ir a China a explorar la gastronomía asiática”, indica con una lección que supera lo gastronómico.