El Bilbao Youth Employment Forum (BYEF), celebrado este jueves en la capital vizcaina, no solo sirvió como punto de encuentro entre más de 100 jóvenes titulados y empresas, sino que también puso rostro a las aspiraciones y las dificultades de los talentos emergentes. Uno de los testimonios más destacados fue el de Asier Escobal Mardaras.
Graduado en bioquímica molecular y máster en neurociencia, Asier representa el perfil de alta cualificación que el mercado laboral busca, pero al que a menudo le cuesta acceder. Recién graduado su trayectoria se vio algo limitada con la pandemia. "Decidí hacer el máster. Tengo mucha ilusión y se que las ofertas vendrán, aunque es complicado encontrar laboratorios que se adapten a mis limitaciones físicas", señala. El joven bilbaino cuenta gran interés en el campo de la investigación genética específicamente la Osteogénesis Imperfecta (popularmente conocida como la "enfermedad de los huesos de cristal"), la misma que él padece.
Su vida académica y personal ha estado marcada por un esfuerzo adicional. Los dolores crónicos y las limitaciones físicas inherentes a su condición han supuesto un reto constante a la hora de estudiar. Afortunadamente, una medicación adecuada y el uso de una silla de apoyo (necesaria para largos periodos aunque puede caminar sin ella) le han ayudado a gestionar los síntomas y concentrarse en sus metas.
La motivación de Asier es clara: aprender mediante experiencias prácticas y contribuir a la investigación científica con un impacto real. Su aspiración máxima es encontrar la cura para su enfermedad y formar parte de equipos de investigación de alto nivel. Sin embargo, a pesar de su preparación y la especialización en un sector tan vital, el joven reconoció las dificultades que ha encontrado en su camino. Acceder al empleo y acumular experiencia laboral durante el periodo de la pandemia ha sido un desafío constante.
El caso de Asier subraya la necesidad de foros como el BYEF, que buscan innovar en la conexión entre empresas y jóvenes, y promover una relación de largo plazo basada en la confianza. De hecho, el propio Asier resumió su ambición con una frase que resonó en el foro: “Mi sueño es curar la enfermedad de cristal”, poniendo de manifiesto la alta vocación y el potencial que el talento joven está deseando aportar a la sociedad.