Tan inherente a la propia ciudad como el sirimiri que acompañó los actos para conmemorar el aniversario de la villa, es su voluntad de propulsarse al futuro con el ímpetu de un pasado digno de admirar. Bilbao ha cumplido 725 años de historia, una cifra redonda, manteniendo las costumbres, llenas de simbolismo, que hacen que no pierda su esencia. En ese sentido, el alcalde, Juan Mari Aburto, ha puesto en valor el trabajo llevado a cabo desde la casa consistorial, desde la política, para poder llegar a consensos que hacen que mejore la vida de los ciudadanos. Así, ha apostado por “un futuro en el que toda la gente pueda desarrollar su proyecto vital, personal y familiar. Me gustaría que fuera una ciudad atractiva, amable y cohesionada”, ha deseado como si soplara centenares de velas de una enorme tarta.
Así, en los últimos días, se han desarrollado algunos de los actos conmemorativos del aniversario con más arraigo entre los ciudadanos, como Gau Zuria. El evento cultural que se celebra durante dos jornadas con diversidad de intervenciones culturales –este año han sido 34 en 28 espacios– reúne a miles de espectadores. Este año, además, el Ayuntamiento ha organizado una recepción especial a aquellos ciudadanos que se apellidan Bilbao Bilbao empadronados en la villa. Asimismo, como cada año, se han celebrado los actos protocolarios y solemnes habituales. La tradicional izada de bandera de Bilbao, que habitualmente se lleva a cabo el 15 de junio, ha coincidido –como el año pasado– con el desfile oficial de la corporación municipal hasta la plaza Circular y la ofrenda floral ciudadana que cada año se celebra ante la estatua de Don Diego López de Haro.
Al finalizar la tradicional romería, el alcalde ha aseverado que se trata de una jornada “para disfrutar, celebrar”. “Hoy es un momento para poner en valor el pasado de Bilbao, de nuestra historia, y proyectarnos desde lo que somos y lo que hemos hecho al futuro. Ese es el sentido que le quiero dar al día de hoy: pensar en los siguientes siglos, en los siguientes momentos que va a vivir Bilbao”, ha destacado el primer edil, quien ha aprovechado la coyuntura para poner en valor la vocación de servicio público. “Hemos llegado hasta aquí gracias al trabajo en conjunto, gracias al consenso y a la política del Ayuntamiento de Bilbao. Creo que es motivo de orgullo para todos”, ha subrayado Aburto, quien ha ensalzado el valor de los acuerdos.
VARIOS ACTOS
La jornada de celebración ha dado comienzo en los jardines centrales de la plaza Ernesto Erkoreka, donde se ha llevado a cabo la izada de la Bandera de Bilbao, enseña de la villa desde 1845 y oficializada en noviembre de 2016. Se trata de un antigua enseña marítima distintiva de los barcos mercantes de Bilbao: blanca, con un cuadrado rojo en la parte superior izquierda. En 1845 fue asumida como enseña de la villa pero su uso no fue regulado hasta mucho después, cuando un pleno municipal celebrado en 2016 y las Juntas Generales de Bizkaia en 2018 le otorgaron el carácter oficial que a día de hoy ostenta, tras recibir el informe positivo de Eusko Ikaskuntza. El alcalde, ayudado por varios dantzaris, ha izado la bandera de grandes dimensiones.
El acto se ha celebrado a escasos metros del histórico Banco Juradero de Beteluri, una pieza escultórica del siglo XVIII que cumple 22 años en su actual ubicación, después de que fuera trasladado en 2002 desde Doña Casilda. Tras este acto, en el que han estado presentes casi todos los concejales de la corporación municipal, que han portado la medalla de la villa, la comitiva se ha trasladado –sin la participación de EH Bildu, salvo su portavoz María del Río, y Elkarrekin Bilbao–, por la acera y respetando los semáforos en rojo, con la Banda Municipal de Txistularis y los dantzaris abriendo paso hasta la estatua de Don Diego López de Haro, obra del escultor Mariano Benlliure.
OFRENDA FLORAL
Tras el aurresku de honor y una ezpatadantza, con música de la Banda Municipal de Txistularis, se ha llevado a cabo la ofrenda floral –con claveles rojos y blancos en consonancia con la enseña de bilbaina– ciudadana que como cada año se ofrece en homenaje al fundador de Bilbao. Como es habitual, el acto ha contado con la presencia de reconocidos rostros de la vida social, cultural, económica y política de la villa, así como miembros del Cuerpo Consular, Ilustres de Bilbao, representantes del comercio y de la hostelería, miembros del Consejo Cívico de la villa de Bilbao o el Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia. Asimismo, numerosos bilbainos y visitantes se han agolpado alrededor de la Plaza Circular, donde está la oficina de Turismo, para seguir de cerca los el homenaje al fundador de la Muy Noble y Muy Leal e Invicta villa, títulos otorgados tras la suma de logros acumulados a lo largo de los siglos desde que Bilbao es Bilbao, es decir, desde el año 1300.
Entre otros, han estado presentes Ana Otadui, presidenta de las juntas generales; Ager Izagirre, diputado foral de Administración Pública y Relaciones Institucionales; Juan José Etxeberria Sagastume, rector de la Universidad de Deusto; Iñigo Iturrate, director del Palacio Euskalduna; los ilustres Javier Barroeta o Jaime Gil; Rafael Gardeazabal, presidente de BilbaoDendak; Luis Arbiol, presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo; los hermanos Josu y Amagoia Loroño; Andoni Goikoetxea, exfutbolista del Athletic; Piru Muñoz, portavoz de la Asociación de Vecinos de Zorrotza; o Alejandro Taramona, miembro del Consejo Cívico de la villa. La ceremonia ha finalizado con una animada romería abierta a la participación que ha dejado estampas curiosas como la del concejal Asier Abaunza, portavoz del PNV, bailando con María del Río, su homóloga de EH Bildu.