Desde los alrededores del Guggenheim se intuía que algo fuera de lo habitual iba a ocurrir en el museo durante la tarde de este sábado. La pista más llamativa era la extensa fila que resistía bajo la lluvia, que pocas treguas cedió.
La pinacoteca ha cerrado sus puertas a las seis de la tarde. Las volvía a abrir media hora después para recibir a los y las visitantes que esperaban para hacer un viaje desde las entrañas del Guggenheim hacia el pasado, presente y futuro del propio museo. Todo esto gracias a Immersions, un espectáculo de proyecciones, luz y sonido que se ha estrenado hoy en el atrio, como última celebración en este 25 aniversario.
Immersions es la continuación de Reflections, el espectáculo llevado a cabo sobre la fachada del edificio en 2017 debido al 20 aniversario. Ahora, el relato sobre Bilbao y el museo se adentra en el interior utilizando las formas orgánicas del atrio como lienzo.
El primer pase de esta proyección a gran escala ha congregado a centenares de personas que, a pocos minutos de su inicio - a las seis y media-, parecían buscar el punto que iba a hacer las de pantalla. Un fundido a negro en el interior daba la señal de comienzo. De repente un irrintzi y una txalaparta de fondo junto con imágenes de chispas y grúas trasladaban al público a las instalaciones de Altos Hornos. Un sonido de violoncelo hacía pensar que la secuencia terminaba y con ella, comenzaba otro capítulo. Así sucesivamente durante veinte minutos en los que se aprecian, entre otras muchas cosas: formas digitales y geométricas; flores, verde y naturaleza que recuerdan a Puppi; Maman, la escultura exterior de la araña, cobra vida y parece estar dándose un paseo por fuera del museo... De esta manera, siguiendo referencias así como los hitos de la historia del museo esta proyección provoca que los y las espectadoras pasen de ser meros observadores a vivir esta experiencia sensorial e inmersiva.
“Es una narracción muy visual y el resultado es precioso”, corroboraban Agurtzane y Eva, que se han acercado a ver el primer pase. “Es sorprendente cómo sin utilizar ni texto ni voz te llega la historia que quieren contar y es que basta con haber leído cuatro líneas de la historia de Bilbao para ver una parte reflejada aquí”, explicaba una de estas amigas. “El mensaje se entiende muy bien y nos ha parecido que el formato va en la línea del museo: visual, a veces abstracto y muy moderno”, comentaban Sonia y Fran, que han decidido repetir tras verlo la primera vez.
Este proyecto ha sido realizado por el estudio británico 59 Productions, que ya creó Reflections en 2017. Esta productora ha ganado numerosos premios por producir trabajos sobre lugares emblemáticos como la Torre de Londres, la sede de Naciones Unidas en Nueva York o la Ópera de Sídney.
Si hoy no han podido acercarse, tienen tiempo hasta el 11 de diciembre. Durante estos días el museo cerrará sus puertas a las seis, una hora antes de lo habitual para establecer varios turnos para disfrutar del evento: a las 18:30h, a las 19:30h, a las 20:30h y a las 21:30h y a las 22:30h. A todos ellos se deberá acceder con 20 minutos de antelación. Los días que son víspera de festivo habrá un pase adicional a las 23:30h.
