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Luis Alberto Loyo: “El cofrade transmite su fe de forma anónima, por eso va cubierto”

El deán de la catedral de Santiago, Luis Alberto Loyo, tuvo ayer el honor “y la responsabilidad” de pronunciar el pregón de la Semana Santa bilbaina

Luis Alberto Loyo: “El cofrade transmite su fe de forma anónima, por eso va cubierto”Foto: Juan Lazkano

Bilbao- La agenda prevista para Semana Santa de Luis Alberto Loyo, párroco de las cuatro iglesias de las Siete Calles, da vértigo. Como todos los años tiene intención de participar en más de veinte celebraciones religiosas. Para él es “la semana más importante del año”. Ayer dio el pistoletazo de salida a unos días que vivirán con pasión los miles de cofrades que hay en la capital vizcaina. Con ellos guarda una estrecha relación ya que es el consiliario diocesano, el delegado del obispo para todas las cofradías de Bizkaia. Por eso mismo este año le han elegido pregonero.

¿Qué supone ser pregonero de la Semana Santa bilbaina?

-Es un honor y una responsabilidad porque hay que pensar muy bien lo que uno quiere decir.

Pero si usted ya sabe lo que es hablar en público.

-Sí, estoy acostumbrado a hablar en las homilías, en la catequesis, en la formación de los agentes de pastoral, pero yo no soy un pregonero al uso como en Andalucía, que es más una exaltación a la Semana Santa que otra cosa, y eso yo no voy a hacer.

¿Qué va hacer entonces?

-Voy a hablar de la piedad popular, lo que dice el Papa Francisco sobre ella.

¿Y qué dice?

-Pues que es un tema muy importante a valorar. La piedad popular implica algo más que la religiosidad popular. Está más centrada en lo que es la religión cristiana. Mi mensaje es que la piedad popular es el comienzo, no la meta.

¿Qué significa para usted la Semana Santa?

-Para mí es la semana más importante del año y también la más intensa a nivel sacramental y celebrativa. Son muchas las cosas que se celebran en siete días.

Personalmente, ¿cómo lo vive?

-Muy intensamente y con muchas celebraciones. Empiezo el Domingo de Ramos y acabo el domingo de Resurrección con la misa pontifical en la catedral. En total, participaré en más de treinta o cuarenta actos.

¿Cuál es el más especial para usted?

-El Viernes Santo es el día más emotivo para mí, sobre todo la procesión del Silencio.

¿Por qué?

-Porque la procesión sale de la catedral, que ese día está abarrotada, y se realiza en silencio. Es el momento en el que Jesús va a entregar la vida. También es muy intenso la adoración de la cruz. Ahí ves cómo el ser humano se acerca con su realidad a un crucificado. Ves a la gente con los ojos llorosos.

¿La Semana Santa bilbaina cuenta con más fieles de un tiempo a esta parte?

-Yo siempre he visto mucha gente. Ahora bien, hay que ver dónde está la línea que separa lo religioso de lo cultural, como ocurre en el Camino de Santiago.

Hay públicos para todos los gustos.

-Sí, claro. Es verdad que por las calles van a procesionar imágenes del siglo XVI de un gran valor artístico. Y hay quien se queda con lo cultural y superficial de la imagen, pero nosotros no nos fijamos en eso.

¿A quién se refiere?

-A los cofrades. Los cofrades tenemos la obligación de dar esa catequesis en silencio a través de la imágenes que relatan lo que fue la vida de Jesús. Yo siempre digo que las procesiones es un audiovisual de lo que pasó.

¿Qué papel desarrollan los cofrades?

-El cofrade transmite su fe en silencio y de forma anónima, por eso va cubierto. Él no es el protagonista. El protagonista es lo que lleva encima. Nosotros no vamos a dar un espectáculo.

Usted que conoce bien la Semana Santa sevillana, ¿qué diferencias hay con la bilbaina?

-La Semana Santa sevillana tiene mucho de espectáculo porque lo cultural se ha hecho un hueco importantísimo por la enorme imaginería que tienen, pero también una gran religiosidad. La bilbaina es de otro estilo, es más sobria, pero no por eso tiene menos sentimiento. Yo he visto llorar a cofrades por no poder salir, lo mismo que ocurre en Sevilla.

Usted también es consiliario diocesano de las cofradías, ¿qué significa eso?

-Yo soy el delegado del obispo para todas las cofradías de Bizkaia.

¿Cómo está el movimiento cofrade en Bizkaia, va en aumento?

-Yo creo que sí, además hay mucha gente joven.

¿Y en las iglesias de las que usted es párroco, también hay presencia juvenil?

-No. La gente adolescente no viene. Tenemos muchos grupos en la comunión, algunos pasan a la confirmación, pero luego hay un parón, buscan su vida. Aunque luego, los padres jóvenes empiezan a venir.

¿Y las misas en la catedral?

-Esas siempre están llenas. En Jueves Santo y Viernes Santo damos más de mil comuniones al día.