Tras arrancar con el pie izquierdo la defensa de su título de la FIBA Europe Cup, el Surne Bilbao Basket ha corregido el rumbo con creces y afronta las dos últimas jornadas del Grupo E en una posición inmejorable, ubicado en su atalaya. Aquella tempranera derrota por tres puntos en Miribilla ante el Peristeri fue neutralizada por el autoritario 64-86 de la pasada semana en el Andreas Papandreou. Además, con dos sonoras palizas a domicilio ante los rivales más débiles del grupo, el Basket Brno y el Kutaisi, el conjunto vizcaino es ya primero de grupo a falta de que esos dos contrincantes pasen por el Bilbao Arena. Este martes (20.00 horas) lo hace el conjunto checo, al que los hombres de negro pulverizaron por un descomunal 51-105, la mayor diferencia cosechada en su historia.

En un momento competitivo notable tras una semana con importantes éxitos en Grecia y en casa ante el Casademont Zaragoza, el reto para los de Jaume Ponsarnau radica en ser capaces de mantener elevados los niveles de energía y concentración para poder aprovechar partidos como este, en el que la victoria se da por hecha, para seguir avanzando en el proceso de crecimiento del colectivo.

Trío estadounidense

En el primer duelo ya quedó comprobada la abismal diferencia de potencial entre ambos grupos humanos, aunque los dirigidos por Martin Vanek, liderados por la tripleta estadounidense formada por el base Ross Williams, el ala-pívot abierto Jacob Groves y el pívot Kevin Kalu, intentaron actuar con pundonor y entrega para tratar de vender cara su derrota, algo en lo que no tuvieron éxito.

Rotaciones

El técnico catalán, que tendrá que realizar un descarte en su rotación habitual de la Liga Endesa para cumplir con la normativa de cupos, repartirá esfuerzos y dosificará minutos de juego, por lo que se espera mayor protagonismo de los Aleix Font, Amar Sylla, Bassala Bagayoko e incluso Bingen Errasti y mayor descanso para los primeros espadas.