El Bilbao Basket dio emoción a la vuelta de la previa de la FIBA Europe Cup durante el primer cuarto, pero en cuanto elevó su tono defensivo y de intensidad general pudo devolver la eliminatoria al cauce normal y evitar mayores sobresaltos en una jornada en la que también le habría valido perder por diez puntos para colase en la fase de grupos como uno de los mejores perdedores. Pero era obligatorio tratar de dar una buena respuesta en el primer partido de la temporada en Miribilla, que registró una entrada que superó los 6.000 espectadores.
Y es que cualquier día es buen plan para acercarse al Bilbao Arena, más si muchos de los presentes querían empezar a reconocer a sus nuevos jugadores y calibrar las posibilidades del equipo. También tenían ganas de aplaudir y celebrar el estreno como hombre de negro de Carlos Taboada, un ala-pívot gallego de 2,15 de altura y 2,34 de envergadura que tuvo sus primeros minutos en un contexto de primer nivel y con sus minutos en cancha permitió que otros compañeros descansaran.
Porque mañana tocará volver a Miribilla para lanzar ante el Breogán la exigente Liga Endesa en un choque tan importante o más que el de ayer, que venía marcado por los ocho puntos de ventaja conquistados en la cancha de Klaipeda. Al fin, los hombres de negro cumplieron el primer objetivo del curso y a partir del 9 de octubre estarán de nuevo en la competición en la que disputaron las semifinales en su primera experiencia. Había grupos más atractivos y con rivales más cercanos, pero de lo que se trata es de estar presente en Europa y el paso de las rondas ya irá elevando la exigencia.
Curiosamente, el Bilbao Basket volverá a enfrentarse al Balkan Botevgrad al que la pasada temporada superó con claridad en los dos enfrentamientos. El conjunto búlgaro, que no empieza su competición hasta el 5 de octubre, ha cambiado muchas de sus piezas y tiene un núcleo principal con jugadores estadounidenses y europeos fichados de otros equipos del centro de Europa como el serbio Ivan Gavrilovic o los estadounidenses Tyree Marshall, Curtis Jones y Cory Reeves. Este choque será el que abra la fase de grupos en Miribilla el próximo 9 de octubre.
El segundo rival de los hombres de negro será mucho más desconocido. El Kutaisi fue el campeón de Georgia la pasada temporada, aunque, pese a ser fundado en 1940, es la primera vez que disputa competición europea. La mayoría de sus jugadores son del país, que últimamente es exportador de jóvenes hacia canteras más poderosas, y cuenta con dos estadounidenses, Josh Fortune y Elijah Joiner.
El último integrante del grupo de la primera fase, que salió de los tres mejores perdedores, será el Prievidza eslovaco, que es el actual subcampeón de su país. En su historia ha disputado en tres ocasiones la FIBA Europe Cup y en su plantilla figuran cuatro estadounidenses acostumbrados a moverse en equipos de la clase media del continente, el lituano Denis Krestinin y el finlandés Remu Reitanen, que el año pasado pasó por el Cáceres de la LEB Oro.
Muy favorito
Desde luego, era difícil para el Bilbao Basket, que es claramente favorito se mire por donde se mire, haber caído en un grupo con desplazamientos más complicados en una jornada en la que, al margen de los hombres de negro, avanzaron también el Sporting de Portugal, el Dijon, el Alba Fehervar, el Constanta, el Anorthosis Famagusta y el Maroussi como ganadores de las eliminatorias previas y el Charleroi de Axel Hervelle y el Dnipro como lucky losers, perdedores afortunados. “El Bilbao Basket es uno de los mejores equipos de la competición”, aseguró Georgios Vovoras, el entrenador del Neptunas Klaipeda, al que le tocó bailar con la más fea en busca de la clasificación. “Queremos ganar la FIBA Europe Cup”, comentó Jaume Ponsarnau, “pero vamos a ir partido a partido”.
Jaume Ponsarnau: "Estamos felices, jugamos Europa”
Equipo largo. “Estamos satisfechos y felices, jugamos en Europa”, celebró Jaume Ponsarnau tras el partido de ayer. En su análisis del mismo, apuntó que “al principio hemos querido más agradar que hacer las cosas bien en nuestro primer partido en Miribilla, pero luego hemos dado la vuelta a la situación gracias a la defensa en el inicio del segundo cuarto y hemos encontrado el acierto. Hemos podido ir sumando jugadores y hacer el equipo largo”. “Los problemas del primer cuarto nos han servido para espabilar y buscar poner más físico en el campo. Hemos visto que Miribilla nos acompaña, los jugadores lo han podido comprobar y todo ha salido muy bien”, añadió el técnico del Bilbao Basket, que destacó la solidez del equipo en los puestos de base y de pívot “a la que esperamos incorporar más jugadores en las posiciones exteriores”.