El Surne Bilbao Basket ha hecho hasta el momento los deberes de manera impecable en su exigente primera semana de competición oficial y jugara la fase de grupos de la FIBA Europe Cup, compartiendo el Grupo J con el Prievidza eslovaco, el Balkan búlgaro, un viejo conocido, y el Kutaisi de Georgia. Los de Jaume Ponsarnau han domado al Neptunas lituano, el rival más exigente que les podía tocar en esta fase previa, de manera excelente. En la ida disputada en Klaipeda se hicieron merecedores de una tranquilizadora renta de ocho puntos gracias a su serio partido y este viernes, en su estreno en el Bilbao Arena, desarbolaron sin miramientos a los lituanos (95-59) con un segundo cuarto excelente.
Si los de Georgios Vovoras soñaron con el 18-24 al término de los diez primeros minutos, se despertaron de golpe y porrazo con el magnífico segundo acto de su rival, que dejó a un lado el sesteo de su puesta en escena. Cuando los anfitriones se emplearon a fondo en defensa y jugaron con criterio en ataque, con el triple como gran compinche, el Neptunas quedó anulado. Al 46-29 a tres minutos del descanso con un brutal 17-0 por el camino solo le hizo falta ponerle lazo tras el descanso antes de ponerse a pensar en el debut en la Liga Endesa en este mismo escenario mañana ante el Río Breogán (17.00 horas).
BRILLANTE HARALD FREY
Lo mejor del encuentro de ayer además de la clasificación en sí fue el chute de autoestima que se regalaron muchos jugadores, sobre todo los que colaboraron en el notable 14 de 29 que lucieron desde la larga distancia los de Ponsarnau. Esta vez no hizo falta una gran actuación de Melwin Pantzar, pues su testigo lo cogió Harald Frey, máximo anotador con 19 puntos y muy efectivo en el triple, con Kristian Kullamae (15) y Zoran Dragic (13) como principales compinches. Únicamente Muhammad-Ali Abdur-Rahkman sigue sin ofrecer la versión que de él se espera y se necesita.
Al igual que en el encuentro de ida, el Neptunas abrió fuego activando con acierto a Tomas Pavelka en las distancias cortas. Al conjunto vizcaino le costó entrar en el partido. Dominó el luminoso con ventajas cortas y con dos triples de Frey y Amar Sylla, con la segunda unidad ya activada, fabricó un 18-14 que en lugar de ser punto de despegue se convirtió en momento de dudas. Entre pérdidas de balón, rebotes ofensivos concedidos y la acumulación de faltas bilbainas, los lituanos encontraron un ecosistema perfecto para crecerse y firmar un 0-10 en los últimos tres minutos del acto inaugural, con ocho tiros libres seguidos anotados, para colocar un inquietante 18-24.
REARME EN DEFENSA
La situación exigía un rearme en defensa que se produjo de manera inmediata. Con Thijs De Ridder, autor de cinco robos en el choque, metiendo manos por todos lados y mucha mayor actividad, los de Ponsarnau no necesitaron ni tres minutos de segundo cuarto para darle la vuelta al marcador. Un triple de Mindaugas Girdziunas interrumpió el parcial de 9-0 de unos hombres de negro mucho más intensos atrás y visiblemente más dinámicos a la hora de atacar el aro rival. Los problemas cuando tocaba cerrar el rebote defensivo concedieron demasiadas segundas oportunidades a su rival, pero en el momento en el que los vizcainos lucieron un nivel notable en defensa a su rival se le hizo de noche, lo que pudo ser aprovechado para, pasito a pasito, abrir hueco en el marcador hasta un más que interesante 37-29 a tres minutos del descanso tras una penetración de De Ridder, con protagonismo para muchos jugadores y Kullamae como primer elemento desestabilizador.
Y la cosa no hizo más que mejorar. El Surne Bilbao Basket pasó a dominar todo lo que ocurría en cancha, haciendo daño tanto desde la línea de 6,75 (Frey por partida doble) como por dentro (Marvin Jones) y el parcial de 17-0 para impulsarse hasta el 46-29 dejó la contienda y la eliminatoria vistas para sentencia.
DOMINIO
Los lituanos maquillaron la paliza de la mano de Nate Johnson hasta el 47-36 en el ecuador de la contienda, pero no tuvo efecto en las constantes vitales de los locales. Cuando tocó reanudar la acción, comparecieron serios, compactos, sin ninguna intención de levantar el pie del acelerador. Apretar en defensa, correr, pasarse el balón e hincar el colmillo al rival desde todas las distancias, ese fue el guion que siguieron con Dragic y Frey luciendo especialmente para impulsarse hasta un magnífico 59-40 en el ecuador del tercer cuarto. El Surne Bilbao Basket gustaba y se gustaba. Y con todos los deberes hechos, muchos minutos para Sylla, el descarado Rubén Domínguez e incluso para el debutante Carlos Taboada, que se marchó con tres puntos, ventajas siderales y un festival triplista en el amanecer del último cuarto, el 95-59 final resumió el excelente trabajo realizado por los hombres de negro, que ponen ya su mente en su debut de mañana en la Liga Endesa.