Las cartas ya están sobre la mesa y hay que empezar a jugarlas. El Surne Bilbao Basket arranca hoy su decimooctava temporada en la Liga Endesa, la que implica un importante cambio de caras, y lo hace en el mismo lugar que la anterior, el Palau Olimpic de Badalona. El Joventut, semifinalista el curso pasado, espera a los hombres de negro con una plantilla de gran nivel y el ritmo competitivo que le dieron la Lliga Catalana y la Supercopa. El equipo de Jaume Ponsarnau se ha visto perseguido por la mala suerte desde que empezó la preparación y aún no le abandona. Agustín Ubal ha sido diagnosticado de viriasis, una infección de las vías respiratorias que le tendrá de baja en los primeros partidos, y obligará a Iñigo Betolaza a ocupar su sitio en las convocatorias.

Pero las lamentaciones deben quedar apartadas en una sucesión de partidos poco habitual y muy exigente y ahora toca competir de la mejor manera que se pueda. El estreno es ante uno de los mejores conjuntos de la competición, que además quiere hacerse fuerte en casa. “El Joventut está en el grupo de los equipos importantes y debemos mantenernos ahí”, comenta Carles Duran como declaración de intenciones. Los verdinegros, que el año pasado mostraron tramos de gran baloncesto colectivo, han mantenido a nueve jugadores de la pasada campaña y solo han añadido a Kyle Guy, William Howard, que es duda para hoy, y Henry Ellenson. Además, esperan que sigan su progresión el campeón de Europa Joel Parra y el dominicano Andrés Feliz, cuyo buen rendimiento llevó al club a desprenderse de Ferrán Bassas.

Justo lo contrario ocurre en el Bilbao Basket, que tiene nueve piezas nuevas en la primera plantilla que dirige Ponsarnau. En el proceso de construcción propio de estas fechas, el Joventut tiene que ir mucho más adelantado, por eso el conjunto vizcaino debe aplicarse con los cinco sentidos y tratar de reducir los errores. “El Joventut está capacitado para estar a la altura de los cuatro de Euroliga por calidad, por continuidad y por tener jugadores contrastados y un entrenador que lleva tiempo con esos jugadores y encajado en la filosofía. Es una franquicia que va hacia arriba”, apunta el entrenador del Bilbao Basket.

Crecer juntos

Ponsarnau cree que los verdinegros forman un equipo “muy exigente, con mucha capacidad individual y colectiva” que va a exigir a los suyos “hacer las cosas muy bien”. Por encima del resultado, el partido de hoy supone “una prueba de superación” y debe servir para “crecer juntos y a la larga ser más competitivos”. También para que los tres jugadores del Bilbao Basket que se estrenan en la Liga Endesa (Smith, Kyser y Andersson) aterricen en la realidad de una competición que todos ellos consideran la mejor de Europa y para que los demás aporten su experiencia y se reivindiquen después de una pretemporada atípica.

La primera jornada ya ha ofrecido algunas pistas en el sentido de que los partidos pueden tener un ritmo alto, lo que sin duda agradecerán los espectadores, “pero también los jugadores deberán tengan más energía y será importante alargar los equipos”. “Tenemos que aprender, pero la primera sensación es que nosotros lo podemos aprovechar”, expone Jaume Ponsarnau, que en todas estas semanas ha mostrado una gran confianza en las posibilidades de su equipo. Hoy toca dar el primer paso en busca del objetivo de ser uno de los dieciséis mejores de la competición.