Ángela Salvadores (Oviedo, 10-3-1997) fue el fichaje más llamativo del verano del Lointek Gernika Bizkaia. Máxima anotadora española la pasada temporada en la Liga Femenina y destacadísima jugadora en las categorías de formación, espera que esta temporada todo encaje y pueda disfrutar plenamente del baloncesto, que es su principal objetivo. “Creo que es un sitio en el que puedo conseguirlo. Estoy cerca de casa y es un proyecto que, aunque parece pequeño, se cuida mucho porque hay mucha gente involucrada en él y eso me gusta”, apunta Salvadores.
Su llegada a Gernika tiene mucho que ver con la presencia en el banquillo de Lucas Fernández porque “ya le conocía de antes y desde el principio me transmitió mucha confianza y tranquilidad”. Salvadores, formada en el Siglo XXI y que incluso llegó a militar un año en la Universidad de Duke, ha formado parte de clubes potentes como el Perfumerías Avenida, el Valencia Basket o el mismo Estudiantes la pasada temporada en la Liga Femenina y ahora llega a un sitio más modesto y con un entorno más cercano. “Al final, es baloncesto en todas partes y la misma liga. Pero el Gernika es un club con mucha historia, el año que viene va a cumplir treinta años y es un club muy respetado”, expone.
En una trayectoria en el baloncesto profesional que comenzó muy joven, la jugadora asturiana ha podido corroborar esas impresiones. “Todas las jugadoras, aunque no hayan estado aquí, saben que en Maloste es difícil ganar. Yo llevo jugando un montón de veces contra el Lointek Gernika aquí, incluso en la Liga Femenina-2, y creo que solo he ganado una vez, el año pasado. Creo que el Lointek Gernika no tiene nada que envidiar a otros proyectos mucho más grandes porque tiene su sello propio y eso es importante y hay que valorarlo”, añade.
Su rol en el equipo debe ser importante y asume la responsabilidad, aunque matiza que “ser una jugadora importante no se refleja solo en la pura estadística. Lo valioso es ayudar a ganar, da igual que la que brille sea una jugadora distinta en cada partido”. En todo caso, “creo que puedo aportar experiencia sobre todo y luego lo que me pida Lucas. Puede pedirme lo que quiera porque sabe que voy a estar ahí”. Eso sí, advierte de que “los puntos dependen mucho del partido, de los tiros que te lleguen, de otros factores y por eso no es algo que me deba obsesionar.
Ángela Salvadores es optimista con las posibilidades del Lointek Gernika ya que “el grupo humano es muy bueno y esa es la base”. El equipo está aún en proceso de construcción y “hay que ir paso a paso porque somos un equipo con muchas caras nuevas y eso no se consigue ni en un día no en un mes. El trabajo diario nos dirá hasta dónde podemos llegar, aunque este club siempre ha peleado por entrar en la Copa y en el play-off”. La presencia en Europa, que la asturiana ya ha experimentado otras veces, añade exigencia, “pero eso es algo que nos gusta a todas las jugadoras. Sabemos que por momentos puede ser duro, sobre todo por los viajes, pero nos motiva”.
El destino ha querido que el estreno de la temporada sea contra el Estudiantes, el anterior equipo de Ángela Salvadores, que tiene claro que “la primera jornada siempre es una incógnita y el Estudiantes es un rival complicado, como podría haber sido cualquiera. Pero ya he dicho que tenemos que hacer de Maloste un fortín. Creo que estamos bien y podemos sacarlo adelante”.