El Valencia Basket solucionó con triples las dudas que tuvo en el arranque del primer y tercer cuartos del choque de vuelta de los octavos de final de la Eurocup y no tuvo que echar mano de los diez puntos que tenía de ventaja tras ganar en la ida en la cancha del Lointek Gernika Bizkaia.

Pese a la renta de la ida, o tal vez por ella, el Valencia arrancó aletargado y el Gernika, con una velocidad más y Nikolina Milcic muy acertada de cara a canasta, se hizo con una renta suficientemente grande como para poner nerviosas a las locales. Llegó a tener el equipo vasco posesión para ponerse por delante en el cruce (17-25, m. 14).

Rubén Burgos reaccionó y pasó a una estructura con tres exteriores pequeñas y muy móviles, entre las que estaba Rosó Buch. Dos triples de la catalana dieron aire al Valencia cuando más lo necesitaba e iniciaron una remontada que le sirvió para empatar el choque (27-27, m.17).

Al descanso, las visitantes parecían haber superado el golpe (29-31, m.20) y de hecho su salida en el tercer cuarto fue mucho mejor que la del Valencia y volvieron a gozar de una prometedora ventaja.

Pero el Valencia supo esquivar esta vez los problemas y puso en marcha una lluvia de triples, con dos de Joy Brown y un enorme acierto general, que ahogó a su rival y que le permitió hacerse con una cómoda diferencia para el último cuarto, pero sobre todo con una gran confianza (49-40, m.30).

Cada vez que el conjunto vizcaino intentaba reaccionar, aparecían Jana Raman o Buch para enfriar sus expectativas hasta dejarlo pendiente de un milagro (56-43, m.33).

En los minutos finales, con la Fonteta entregada a las suyas, fue Queralt Casas la que no dejó que las locales bajaran el ritmo para que los puntos de Dietrick no pudieran dar esperanzas a un equipo lastrado por la nula aportación ofensiva de su banquillo.

Con el choque decidido, Burgos pudo dar entrada a sus jugadoras menos habituales, que se unieron a una fiesta en la que frente al 11 de 21 de triples de las locales, las visitantes hicieron un pobre 1 de 15.