La vuelta de Iñaki Williams a la acción casi dos meses después fue la única noticia positiva que deparó la aciaga visita al Celta, que se impuso 2-0 en un partido en el que el Athletic fracasó en el intento de reafirmar las buenas sensaciones adquiridas en los encuentros previos ante Atlético y PSG en San Mamés. Dieron uno o dos pasos atrás los rojiblancos en un choque en el que Ernesto Valverde movió el banquillo antes de lo habitual. En el tiempo de descanso, con empate todavía en el marcador tras una insulsa primera mitad, intervino el técnico para retirar del terreno de juego a Sancet y Berenguer y dar entrada a Selton e Iñaki Williams, quien disputó la segunda parte en su regreso a la actividad once partidos después de la lesión muscular que sufrió en la visita del Qarabag a San Mamés.
Se alistó en banda el capitán del Athletic y trató de aportar profundidad al equipo en medio de un contexto desfavorable, pues el Celta golpeó con sendos goles en los minutos 48 y 55 para poner cuesta arriba un encuentro que se complicó sobremanera. Aturdidos por la contundencia de los golpes recibidos, los de Valverde buscaron sin demasiada consistencia, ni determinación una reacción que pudo concretarse con el penalti que provocó Iñaki poco después de cumplirse la hora de partido. Corrió veloz a por un balón dividido dentro del área el 9 rojiblanco y llegó antes que Carreira, quien le golpeó en la pierna.
No señaló la pena máxima de entrada el colegiado, pero protestó con vehemencia Iñaki y advirtieron al trencilla de lo ocurrido para que fuera a revisar la acción en el monitor. No tardó en cambiar su decisión inicial el árbitro y cedió el balón Iñaki a su hermano Nico para que se encargara del lanzamiento, pero la ejecución distó mucho de ser la ideal y Radu detuvo el penalti. Amonestado solo un minuto después por un agarrón, poco más consiguió aportar al ataque Iñaki.
Al término del partido, el atacante destacó en el plano individual que “me he encontrado bien, de menos a más y con buenas sensaciones. Después de estar casi dos meses fuera, por mucho que entrenes e intentes ponerte en forma, lo más importante es competir. La lesión se ha recuperado muy bien, estoy contento de volver al equipo sin molestias y espero poder sumar pronto para ayudar al equipo”.
Respecto a la derrota, Iñaki lamentó que “veníamos en buena dinámica y el equipo estaba haciendo muy buenos partidos, pero este ha sido un partido de desconexión. No nos hemos encontrado desde el primer tiempo, no hemos sido profundos y es una pena, porque era un partido para dar un golpe sobre la mesa e intentar instalarnos en puestos europeos”. El capitán se mostró optimista, aun así, pues “repetir lo del año pasado era complicado, pero era y sigue siendo el objetivo. Queda toda la segunda vuelta, el equipo va a más y tengo máxima confianza en que va a seguir siendo así”.
Iñaki, con la vista puesta ya en el estreno copero del jueves contra el Ourense, cita en la que pese al horrible estado del césped “no valen excusas”, también se refirió al penalti fallado por Nico, quien “me lo ha pedido y le he visto con confianza, pero no ha estado acertado y el portero se lo ha adivinado. Ha sido una lástima, pero es parte del fútbol asumir los errores y seguir mejorando para lo que viene”.