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Slavia Praga 0-0 Athletic | Lo mejor y lo peor

Lo mejor y lo peor del Slavia Praga-Athletic

El conjunto rojiblanco mejora pero se queda a medias en Praga, con lo que se complica en Champions

Lo mejor y lo peor del Slavia Praga-AthleticEfe

El Athletic aseó su imagen en el Fortuna Arena ante un rival que parecía propicio para firmar su segunda victoria en esta Champions y dar un paso adelante en su deseo de meterse en el play-off, objetivo que se complica para el conjunto rojiblanco porque el punto sumado ante el Slavia Praga, al que derrotó la campaña pasada dentro de la Europa League, se entiende como un botín escaso para los leones, que desperdiciaron un buen número de ocasiones, pero se toparon con Stanek, el meta checo que fue una pesadilla para los de Valverde.

Lo mejor: Una versión creíble en juego y el hecho de dejar la puerta a cero por primera vez en Champions

El Athletic ha regresado esta madrugada a casa con un sabor agridulce y probablemente enrabietado porque anoche vio cómo se le esfumaban de Praga dos puntos valiosísimos para sus aspiraciones en Champions, donde se complica su objetivo a falta de tres jornadas para el cierre de la Fase de Liga. El empate sirve para sumar, aunque sepa a poco, en un encuentro en el que el conjunto rojiblanco ofreció sensaciones positivas que deben tener continuidad a corto plazo, con el foco puesto en el compromiso del sábado ante el Levante, también importante para enderezar su rumbo en liga.

El colectivo de Ernesto Valverde fue superior a un Slavia menor con un fútbol fiable y que ratificó que es un equipo que puede dar más de lo que está dando en lo que lleva recorrido de curso. El técnico se quedó con la vocación ofensiva de sus pupilos, sobre todo en determinadas fases de cada tiempo, lo que le viene bien para subir la autoestima de un Athletic que no vence como visitante desde el último día del pasado agosto, cuando superó al Betis en La Cartuja. Los leones fabricaron ocasiones de gol, que es un buen síntoma, aunque les fallara el punto de mira, y, además, dejaron su puerta a cero por primera vez en esta Champions, lo que es una noticia positiva para retomar la credibilidad defensiva de la que había carecido en muchos partidos.

Lo peor: La falta de pegada y las desconexiones de algunos jugadores importantes

Es una carencia que va camino de convertirse en un mal endémico. La ineficacia de cara a la meta rival inquieta con el paso de los partidos, como así se evidenció en Praga, donde el Athletic no tuvo el acierto necesario para derribar la portería defendida por un Stanek estelar, que evitó la derrota de su equipo, sobre todo en los dos minutos más amargos de Robert Navarro, ya que el guardameta checo le sacó en el arranque del segundo acto sus tres golpeos francos, especialmente un remate de cabeza que los leones ya cantaban como gol. Es un lamento que se repite en el tiempo y que requiere corregir más temprano que tarde, ya que el colectivo rojiblanco solo ha hecho un gol, el que firmó Nico Williams ante el Oviedo, en los últimos cuatro encuentros oficiales, dos de liga y otros dos de Champions.

La primera de las ocasiones de las que gozaron los leones la protagonizó Oihan Sancet, el máximo goleador del equipo la temporada pasada, pero el de Mendillorri no es ni por asomo el de meses atrás cuando ya se ha recuperado de las lesiones que le están lastrando este curso. Sus desconexiones le penalizan, como le ocurrió con la ventolera que le dio el pasado sábado en el Camp Nou, que se visualizó con una patada a destiempo que le supuso la expulsión; o en el mismo partido de ayer, en el que con el paso de los minutos fue a menos. Tampoco Alex Berenguer está en su mejor momento y el Athletic pide su versión fiable, porque ayer estuvo desaparecido en el primer acto y en el segundo sí tuvo el impacto esperado con dos certeras asistencias a Robert Navarro que este no culminó. Curiosamente, Valverde prescindió de su plusvalía cuando mejor estaba.