En el mundo ultra es muy habitual que cuando un grupo se hace con algún objeto de su ‘rival’ lo luzca dado la vuelta bien en la zona del estadio que ocupan habitualmente o en distintas fotografías que por lo general difunden con cierta celeridad por las redes sociales. Es una especie de gesta, como una victoria.
Eso mismo ha sucedido en esta ocasión coincidiendo con el partido entre el Slavia Praga y el Athletic. Los ultras locales, de marcada ideología ultraderechista, han robado tres banderas del conjunto rojiblanco a algunos aficionados, además de una bufanda y dos ikurriñas, y las han exhibido en el fondo del estadio.
Llama poderosamente la atención que los ‘stewards’ del estadio, que lucen petos naranjas y se encargan de la seguridad, les han ayudado a colocarlas sobre unos cables que les ayudan a sostener también otras banderas más grandes con los nombres de los distintos grupos ultras que componen el fondo de animación.
Además de las tres banderas del Athletic, la bufanda y las ikurriñas, que han ido colocando en los primeros compases del encuentro, los ultras del Slavia ondean una gran bandera con el símbolo comunista, la hoz y el martillo, tachados.