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Un Athletic inconsistente

Competir bien durante cortos periodos de tiempo le es insuficiente a un equipo que enlaza seis partidos sin ganar y ya hace cuentas para superar la Fase de Liga de la Champions

Un Athletic inconsistenteEFE

Qué bonita es la Champions, pero qué poco margen da para el error. Bien lo sabe ya el Athletic, que se ha dado de bruces con la dura realidad de la máxima competición de clubes y que ha caído en sus dos primeros compromisos de la Fase de Liga, ante el Arsenal y el Borussia Dortmund. Así las cosas, aunque sus principales preocupaciones deban ser otras, mucho más urgentes, dicho sea de paso, se ve obligado a hacer cuentas para que les números le cuadren en su objetivo por superar la liguilla. Y no parecen unas matemáticas sencillas, aunque partidos hay suficientes como para darle la vuelta a este mal inicio. Quedan seis encuentros por disputarse, tantos como 18 puntos en juego, y si bien el margen de error es ya mínimo, la primera ocupación de Ernesto Valverde es que su equipo recupere la consistencia de la que hizo gala en el pasado.

Si algo ha quedado demostrado en los seis encuentros celebrados tras el parón, a la espera de cerrar este tramo con la visita del Mallorca a San Mamés, es que competir de manera puntual, solo durante unos ratos, no le es suficiente al Athletic. Quedó claro de manera muy gráfica en Valencia, también en Villarreal y se acusó mucho más en Dortmund. Pareció que al Borussia no le hizo falta pisar el acelerador a fondo para adueñarse del partido en la primera mitad, en la que minimizó a su rival. Marcó en su acercamiento más peligroso, si bien no tuvo demasiados, y dio la estocada nada más volver de vestuarios.

En imágenes: Borussia Dortmund - AthleticEfe

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Después llegaría la reacción de los bilbainos, que resultó obligada aunque solo fuera por una cuestión de respeto hacia los casi 4.000 aficionados que se dejaron los cuartos y en muchos casos invirtieron largas horas de su vida en llegar hasta la ciudad alemana. Claro que volvemos a lo de siempre, o al menos a lo que ha venido sucediendo en el último mes de competición. Que no basta con competir un rato. Y la chispa y la inspiración le duraron al Athletic muy poco. ¿20 minutos? Quizá Valverde no comparta esto, pues así lo dejó caer en rueda de prensa a la conclusión del partido, pero discutir si fueron unos pocos minutos más o menos quitaría el foco de lo realmente importante.

Y lo fundamental es lo expuesto anteriormente, recuperar esa consistencia que permita prolongar la competitividad en el tiempo. Resulta difícil imaginar que un equipo domine durante los 90 minutos, pero quedarse siempre a medias, con un único tramo positivo y que nunca va más allá de un mismo periodo, ha sido una losa insalvable y el motivo de esta pésima racha de resultados: un empate y cinco derrotas.

MUCHAS AUSENCIAS

Para ser justos, del análisis no pueden extraerse algunas cuestiones, que no resultan nimias, dicho sea de paso, y que giran en torno a una misma cuestión: las lesiones. En este tramo de resultados negativos Ernesto Valverde no ha podido contar con una de sus principales estrellas, Nico Williams, y por el camino ha perdido a otros que si bien no alcanzan el nivel de impacto mediático del extremo, son de igual importancia para el equipo. En esta lista cabrían Beñat Prados, descartado para lo que resta de temporada, y Alex Berenguer, el chico para todo, que ha jugado con dolor en un dedo del pie hasta que ha dicho basta. No estuvo en Villarreal ni en Dortmund y su disponibilidad ante el Mallorca es toda una incógnita.

Para colmo, unas molestias físicas que se produjo durante la última sesión de entrenamiento en Lezama impidieron a Oihan Sancet medirse al Borussia Dortmund. Viajó con el equipo como uno más de la expedición, pero ni siquiera calentó y es baja para mañana.

Estas ausencias han tenido un impacto negativo en el grupo, pero no solo por lo que no han podido aportar sobre el verde, también porque han impedido una rotación lógica y acorde a las necesidades del grupo. Iñaki Williams, sin ir más lejos, ha acumulado un porrón de minutos a pesar de que no está para mucho. O para nada. Su entrega es innegable, pero está lejos de su mejor nivel. Mikel Jauregizar también está acusando los continuados esfuerzos, hasta el punto de que el técnico le sentó en el descanso ante el BVB, como a Dani Vivian. Este último afectado, como Aitor Paredes, por la tardía incorporación de Aymeric Laporte.

Demasiados condicionantes, muchos baches en un camino que se sabía no iba a ser un plácido paseo, y un comportamiento grupal insuficiente que se está repitiendo con el paso de los partidos sin que se observe una mejora que invite al optimismo.

Por si fuera poco, en su objetivo por superar la Fase de Liga de la Champions, destacar el aspecto negativo del gol-average, pues el Athletic ha encajado seis goles en dos partidos y únicamente ha anotado uno. Lo marcó Gorka Guruzeta, que puso fin a su sequía este curso y al que se le ve con una chispa distinta. Su aportación en adelante, y la reflexión que tocará hacer durante el próximo parón, se antojará importante en la búsqueda de un Athletic consistente.

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La cifra: 2

Son los goles que ha sumado el Athletic en los últimos seis partidos oficiales que ha disputado y en los que no conoce la victoria (cinco derrotas y un empate). En los cuatro duelos de LaLiga y en los dos de la Champions que han afrontado en estas tres semanas los rojiblancos, han recibido once tantos.