El Athletic retoma mañana el pulso a LaLiga contra el Alavés, rival que visitará San Mamés tras sumar cuatro puntos sobre nueve posibles en las tres primeras jornadas de un campeonato al que ha hincado bien el diente. Competitivo desde primera hora, el equipo dirigido por Eduardo Coudet arrancó el curso con una sufrida victoria ante el recién ascendido Levante en Mendizorrotza (2-1), dio la cara seis días después frente al Betis en La Cartuja pese a caer por la mínima (1-0) y fue capaz de frenar como local al Atlético (1-1) en la jornada previa al parón por los compromisos internacionales. Establecido en undécima posición en la clasificación y con buenas sensaciones, en consecuencia, ha preparado el conjunto gasteiztarra el segundo derbi ante el Athletic en un margen de apenas mes y medio.
Ambos equipos se enfrentaron en la recta inicial de la pretemporada en Laguardia, donde el Alavés se impuso 1-0 en el homenaje a Óscar de Marcos. Un solitario gol del centrocampista Mamadou Diallo, cedido actualmente a la Cultural Leonesa, marcó el devenir de un test de preparación que los babazorros encararon con un once inicial repleto de titulares. Incluso Santiago Mouriño, ahora en las filas del Villarreal, posó como titular en un envite que Ernesto Valverde afrontó con una mezcla de titulares habituales y suplentes en la alineación.
El choque, si bien no fue más que un amistoso, el primero que disputó el Alavés y el segundo del Athletic, puso de manifiesto la solidez de un rival que pretende crecer bajo la batuta de Coudet tras sellar la permanencia el pasado curso en la penúltima jornada. Un triunfo en Valladolid con gol de Kike García desde el punto de penalti dio la anhelada salvación a los gasteiztarras en una temporada marcada por la irregularidad. Las altas expectativas que generó la confección de la plantilla chocaron de frente con la cruda realidad, la cual dibujó un Alavés vulnerable, perjudicado para mas inri por una serie de decisiones arbitrales en contra y más cerca de lo previsto de los puestos de descenso.
A las puertas de la decimosexta jornada liguera, fuera del descenso, pero inmerso en una racha negativa de resultados al sumar solo 4 de los últimos 27 puntos en juego, fue destituido Luis García Plaza, quien fue relevado en el cargo por Coudet. El argentino, que debutó con una sonada eliminación en la Copa ante la humilde Deportiva Minera, tardó en enderezar el rumbo de una nave que llevó finalmente a buen puerto para renovar como entrenador del Alavés hasta 2026 y afrontar la actual temporada con fuerzas renovadas.
EL MERCADO
Como ocurriera en el verano de 2024, el club gasteiztarra también se ha movido en el reciente mercado estival, en el que ha cerrado más de una veintena de operaciones entre altas y bajas. Hasta nueve caras nuevas, sin contar la de Carles Aleñá, adquirido en propiedad tras su cesión en la segunda mitad de la pasada campaña procedente del Getafe, presenta sin ir más lejos el Alavés con las incorporaciones del exrojiblanco Raúl Fernández en la portería; los defensas Jonny Otto, Jon Pacheco y Youssef Enríquez; los centrocampistas Pablo Ibáñez, Denis Suárez y Calebe; y los delanteros Mariano Díaz y Lucas Boyé, convertido este último en el fichaje más caro en la historia del Alavés a razón de 6 millones de euros.
El ariete argentino, no obstante, se recupera de un esguince de rodilla sufrido con el Granada en el transcurso de la pretemporada, por lo que su presencia en San Mamés está en el aire. En caso de llegar a tiempo, Boyé podría tener minutos en la segunda mitad como punta de lanza en una delantera en la que no figura Asier Villalibre. El gernikarra, fichado en propiedad por el Alavés en el verano de 2024, no entraba en los planes de Coudet y milita ahora como cedido en el Racing de Santander, equipo en el que ha caído de pie al coleccionar cuatro goles y una asistencia en las cuatro primeras jornadas de la Liga Hypermotion.
La permanencia una temporada más en la máxima categoría busca el Alavés, que aterrizará en San Mamés con el objetivo de lograr su primera victoria del curso a domicilio a costa de un Athletic que defenderá su coliderato en LaLiga.
Los antecedentes
Seis visitas seguidas sin gol
La única victoria, en 2005. El Alavés encara el choque de mañana en San Mamés, a partir de las 18.30 horas, con unos antecedentes del todo adversos en sus visitas ligueras al Athletic. Solo una victoria y tres empates ha podido rascar el conjunto gasteiztarra en sus diecinueve apariciones correspondientes al campeonato de la regularidad en La Catedral, donde ganó por primera y última vez en noviembre de 2005 en el marco de la duodécima jornada del curso 2005-06 al imponerse 0-2 a los leones. En sus seis últimas visitas, cinco en LaLiga y una en la Copa, los babazorros enlazan asimismo cinco derrotas y un empate sin ser capaces de ver portería en ningún encuentro. La pasada temporada, el Athletic venció por la mínima en la trigésimo quinta jornada liguera gracias a un solitario gol de Manu Sánchez en propia puerta en el minuto 71. “Desde mi experiencia también me ha tocado ir allí el con Celta, que hacía dieciséis años que no ganaba y ganamos, y vinimos a Mendizorrotza cuando nunca había ganado el Celta en su historia y también ganamos”, advirtió el entrenador del Alavés, Eduardo Coudet, ayer en rueda de prensa.