La decisión del consejero Bingen Zupiria de dar a conocer en sus notas de prensa el origen geográfico de las personas detenidas e investigadas volvió a suscitar este jueves un intenso debate en el Parlamento Vasco. Lo hizo con motivo de una moción de EH Bildu que pedía una rectificación al departamento de Seguridad. El texto no tenía posibilidades de salir adelante, porque el PSE iba a votar en contra, como adelantó Grupo Noticias, y tampoco iba a contar con el respaldo de PNV, PP y Vox. Sin embargo, el debate sirvió para clarificar las posiciones, también la del propio PSE, que es socio del PNV pero no comparte esta política informativa.
La socialista Miren Gallástegui aclaró que los datos, en realidad, ya se hacían públicos en el ámbito parlamentario cuando PP y Vox pedían amparo a la Mesa, y lo que molesta a su grupo es que se conceda un protagonismo mayor a esos datos publicando en cada nota de prensa el origen de los detenidos por propia iniciativa del departamento. Se preguntó qué es lo que aporta. Cree que es un “error” que solo beneficia al discurso ultra, un discurso que está segura de que Zupiria no comparte. Y quizás dejó un resquicio para el acuerdo. No planteó una rectificación completa, pura y dura, sino que planteó a Zupiria una gran estadística anual con más variables, que revise su decisión incorporando otros criterios, que añada “contexto” a sus datos y detalle la vulnerabilidad o la situación económica de quienes cometen delitos. El PSE partió de la premisa de no hay razas más predispuestas a cometer delitos, sino que el principal factor que lleva a delinquir es la vulnerabilidad. Y votó contra la moción de EH Bildu porque su propósito no es “dar una bofetada” al consejero, sino pedirle que revise la medida.
El PNV pide no crear "una realidad paralela" a la calle
Desde el PNV, su portavoz parlamentario, Joseba Díez Antxustegi, se centró en la defensa de la transparencia y en no crear “realidades paralelas” desde el Parlamento mientras este debate está en la calle. Por tanto, avisó de que ocultar los datos a la ciudadanía es “muy grave” en términos democráticos, y apostó por combatir el extremismo con datos veraces. Se mostró sorprendido por el hecho de que la oposición pida al Gobierno que no facilite unos datos, cuando lo natural es que suceda lo contrario y que le exijan la mayor transparencia posible. Y defendió que Zupiria será posiblemente “uno de los responsables de seguridad más valientes del Estado”, no porque sea el primero en ofrecer estos datos, sino porque ya conoce “el ambiente de este país” y se veía venir la polémica.
A partir de ahí, el jeltzale avisó a los grupos de que la seguridad no es patrimonio de una ideología determinada, sino que es un asunto “transversal” que está en la “centralidad” política. No fue casual que terminara su discurso dejando caer que “algún político de izquierdas diría menos pureza y más cabeza”. Se refería, sin citarlo, al portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien hace unos días aclaraba que no iba a vincular migración y delincuencia, pero que basta estar cinco minutos en un barrio para constatar que estas cuestiones preocupan. Díez Antxustegi continuó aclarando que la decisión de Zupiria no es una “anomalía”, porque se opera de la misma forma en otros estados como Reino Unido, las estadísticas del Ministerio español de Interior también incluyen este desglose, y hace unos días los Mossos del Govern socialista de Catalunya seguían su estela. Por ello, defendió la publicación de estos datos por transparencia y para realizar un análisis más fino que “nos sirva para articular mejores políticas de seguridad en nuestras calles”. Si Nerea Kortajarena, de EH Bildu, preguntaba de qué ha servido dar los datos, el jeltzale le preguntaba a su vez cómo ha ayudado a frenar los discursos del odio no haber ofrecido los datos en todos estos años si Vox ha conseguido un escaño.
PSE: "¿Para qué damos ese dato si no predice nada?"
Miren Gallástegui, por su parte, insistió en que el PSE no comparte dar el origen de los delincuentes porque parece una cesión a la derecha y no sabe “qué valor aporta ese dato”. “La nacionalidad no es un factor criminógeno. Entonces, ¿para qué lo comunicamos si no predice nada?”, dijo. Cree que solo beneficia a la xenofobia. “No hay menor transparencia que un dato descontextualizado”, sostuvo. A su juicio, los factores que mejor explican la delincuencia son “la pobreza, la educación...”, y planteó en una estadística que “incorpore estos criterios”. Sumar, que se alineó con Bildu, pidió al PSE que pasara de las críticas a los votos en el Parlamento, y el PP repartió críticas a dos bandas: al PSE lo acusó de “cinismo” porque otras instituciones socialistas en el Estado publican los datos, y al PNV le pidió que pase de los datos a las “medidas contundentes” contra la delincuencia.