Aymeric Laporte (Agen, 1994) vuelve al Athletic. Siete años y medio después de dejar Lezama, en un mercado de invierno en el que depositó en LaLiga su cláusula de rescisión de 65 millones de euros para marcharse al Manchester City, el central será nuevo jugador rojiblanco antes de la media noche de hoy. Firma por tres temporadas. Solo falta el anuncio oficial.

La empresa no ha sido fácil. Se ha hecho de rogar y no se ha certificado hasta el último día en el que la ventana para fichar estaba abierta. Han sido semanas y semanas de informaciones y rumores de toda índole, algunos sin mucho fundamento, con Ibaigane esperando acontecimientos después de obtener el visto bueno del protagonista para regresar al club que le impulsó a la élite. 

Las negociaciones entre el representante del futbolista y el Al-Nassr no han sido sencillas, pero ya hay fumata blanca, según ha podido confirmar DEIA. Será registrado en LaLiga antes de que acabe el plazo.

Laporte, que jugó seis temporadas en el Athletic (222 partidos), tenía un año más de vinculación con el club de Riad (firmó por tres cursos a razón de unos 25 millones de euros por curso) y finalmente ha rescindido su contrato. El Athletic no puede asumir una ficha tan alta como la que tenía el de Agen, por lo que se da por hecho que Aymeric habrá tenido que recortarse sus emolumentos para regresar a Bilbao, que es donde quería jugar. Otra cosa es que haya perdonado parte del finiquito con los árabes o que la entidad presidida por Jon Uriarte haya cubierto parte de la cantidad que no ha querido abonar el Al-Nassr, que hace dos años pagó 26 millones de euros al Manchester City por hacerse con sus servicios. 

Laporte tenía más pretendientes, con proyectos de similar o superior enjundia en lo económico y en lo deportivo, pero es consciente de lo que supone defender el escudo rojiblanco y del excelente recibimiento de que será objeto en San Mamés. Viene a gusto y así lo ha transmitido. 

Una buena noticia también para Ernesto Valverde, que dispone de un central de garantías en una demarcación donde el Athletic va justo. Con Yeray Álvarez suspendido sine die por dar positivo en un control antidopaje de la UEFA y con Unai Egiluz lesionado de larga duración tras romperse el ligamento cruzado de su rodilla derecha, Txingurri solo contaba para el centro de la zaga con Dani Vivian y Aitor Paredes. La temporada del regreso a la Champions League va a ser larga y la llegada de otro central era imprescindible. Una vez inscrito en LaLiga, el club de Ibaigane deberá hacer lo propio en la máxima competición europea con el martes, 2 de septiembre, como fecha tope.

Ponerse a tono

Laporte no tendrá problemas para adaptarse al club y a su entorno, ya que lo conoce a la perfección desde que cambió el Aviron por Lezama cuando era un niño. Otra cosa es que recupere el ritmo competitivo, ya que va a necesitar un trabajo específico para ponerse al mismo tono que sus nuevos compañeros.

El de Agen lleva sin disputar un partido desde el pasado 30 de abril, cuando participó en la derrota del Al-Nassr en las semifinales de la Champions de Asia frente al Kawasaki Frontale. No jugó en las cinco últimas jornadas de la Saudi Pro League ni fue convocado por Luis de la Fuente para la Nations League. No se ha desvelado que haya sufrido lesión alguna. Los medios de Arabia Saudí apuntaron que hubo un enfrentamiento entre Laporte y Stefano Pioli y que el técnico le apartó de la dinámica de grupo. El italiano fue destituido y su lugar lo ocupó Jorge Jesús.

Sin embargo, la situación del futbolista no ha cambiado con la llegada del nuevo entrenador, que tiene a sus órdenes a Iñigo Martínez, el mismo que sustituto a Aymeric en el Athletic cuando este se fue al City (Josu Urrutia gastó 32 millones, la mitad de lo que ingresó del club inglés para pagar la cláusula de rescisión del ondarrutarra en la Real Sociedad).