A algunos se les prohibió el acceso a Old Trafford a pesar de haber pagado por una entrada y a otros que sí consiguieron entrar, se les vejó, insultó y se les expulsó del estadio del Manchester United. Pero la excusa en ambos casos fue la misma: no estar ubicados en la zona visitante del estadio y ser del Athletic. La vuelta de las semifinales entre los leones y los diablos rojos del pasado 8 de mayo dejó como víctimas de abusos a casi dos centenares de aficionados rojiblancos y más de 50 de ellos se han agrupado en una plataforma para denunciar los hechos.
“Hay que destacar que todos adquirimos las localidades por vías oficiales y a la hora de entrar hubo dos casuísticas: una en la que el guardia de seguridad impidió la entrada a pesar de que cumplíamos con la normativa y no llevábamos distintivos del Athletic; y otra en la que, una vez dentro y con el partido empezado, se nos insultó, escupió, tiro del pelo… y finalmente con la excusa de reubicarnos en otro lado por nuestra seguridad, se nos sacó fuera del estadio y se nos impidió volver a entrar”, dice Eneko Garai, portavoz de esta plataforma de afectados.
De esta forma, no quieren que los hechos queden impunes y, para ello, solicitan la mediación del Athletic en el caso: “Es una estafa clara, clarísima. Pedimos el amparo del club, que tome nuestras pruebas y lleve el caso, porque nosotros no conocemos los mecanismos de la UEFA ni su normativa”. Es más, aunque los aficionados declaran haber hecho en Manchester un gasto medio de unos 1.000 euros -"gasto que no hubiéramos realizado de saber lo que iba a suceder en el estadio”-, los afectados no buscan únicamente el “resarcimiento económico”, sino que piden que “se analice la situación porque sufrimos en trato vejatorio”.
Por ello, desde la plataforma anuncian que “no nos vamos a quedar con los brazos cruzados porque hemos padecido un engaño manifiesto, con claro perjuicio patrimonial, que reclamaremos tanto por ser de justicia como por restablecer nuestro honor”. Y, por ello, piden al Athletic que interceda ante la UEFA para el visionado de las imágenes del partido. Todo ello con dos objetivos: demostrar que ningún athleticzale incumplió la normativa e identificar a los aficionados del United que “actuaron con gran violencia” contra ellos.
Un ojo en la final de la Europa League
A pesar del claro enfado que tienen todos los afectados, Garai pide que estos hechos no sirvan de “excusa” para montar lío el próximo miércoles, cuando el United y el Tottenham se jueguen en San Mamés el título de la Europa League. “Queremos que el día 21 sea una fiesta del fútbol, que nadie utilice esto que nos ha pasado para montar follón en nuestro nombre”, concluyen desde la plataforma de afectados.