Si algún aspecto de la alineación que el Athletic presentará mañana en el Ciutat de Valencia está garantizado, trata sobre las ausencias. Ni Iñigo Ruiz de Galarreta ni Oihan Sancet viajarán para enfrentarse al Levante por estar suspendidos. Un problema más que se añade a todos los que debe arreglar Ernesto Valverde para lograr que el equipo cambie la dinámica de resultados que arrastra desde septiembre. La ausencia en una alineación inicial de estos hombres, considerados por sus perfiles como los principales encargados de guiar y aportar soluciones al resto de los jugadores en la construcción del fútbol, solo se había registrado en dos oportunidades y en la Champions, ante Borussia Dortmund y Newcastle. La de ahora será la primera vez en que ambos falten en liga.

Sancet fue expulsado por una patada descontrolada en el Camp Nou, circunstancia que le impedirá jugar en dos jornadas, mientras que ese día a Galarreta le mostraron la quinta tarjeta amarilla, asimismo por una entrada brusca, y ha de cumplir la sanción mínima. Sobre las rojas de Sancet se ha escrito suficiente. En cambio, apenas ha merecido atención el hecho de que Galarreta haya visto ya seis amarillas. De entrada, el dato puede no resultar llamativo, un centrocampista suele ser amonestado con cierta frecuencia y en su caso no cabe hablar de una cifra exagerada tras haber intervenido en 16 partidos.

El detalle destacable sería que el eibartarra ha visto esa media docena de tarjetas en sus últimas nueve actuaciones. En las nueve previas, no vio una sola. Y, más curioso aún, cuatro corresponden a alguno de los cinco compromisos más recientes. Una posible explicación sería un exceso de fogosidad, no medir adecuadamente en las disputas en un contexto donde las dificultades para puntuar persisten y la sensación de fragilidad o vulnerabilidad del grupo se habría acrecentado.

Otra razón, compatible con la anterior, versaría sobre el momento por el que atraviesa Galarreta. Es probable que le esté pesando el discurrir del calendario y el superior desgaste que conlleva una inercia negativa. Se sabe que ha padecido algunos contratiempos musculares y es evidente que Valverde evita cargarle de minutos. De hecho, no ha completado ningún partido, ni siquiera el de Praga cuando es baja forzosa para mañana. Si sale de inicio, es siempre relevado en torno a la hora.

En una entrevista concedida a este diario, Galarreta aseguraba sentirse perfectamente capacitado para aguantar los noventa minutos, pero no hay manera de comprobarlo porque el entrenador parece ser de otra opinión. Y esto, se mire como se mire, constituye un inconveniente que acaso no se haya valorado adecuadamente. No en vano, hablamos de la pieza que en teoría debe marcar la pauta del fútbol del Athletic y se comprueba que, por sistema, su concurso está limitado.

Galarreta suma 932 minutos sobre 1.620 posibles. El registro de Sancet queda por debajo, 885. Pero lo que sucede con este, si no hay un viraje pronto, va camino de convertirse en una decepción monumental. Quizá a Galarreta no le acompañe el físico, algo hasta comprensible a estas alturas de su dilatada y accidentada carrera, pero que a su edad el futbolista de mayor calidad que existe en la plantilla pase de puntillas por la competición y consuma la mitad de su tiempo en la enfermería, empieza a poner a prueba la paciencia del aficionado.

AJENOS AL GOL

Un gol ha marcado Sancet, de penalti. El resto de los medios contribuyen a la causa ofensiva con dos goles más, de Jauregizar y Rego. Entre los tres citados en este párrafo junto a Galarreta y Vesga, según las estadísticas oficiales, salen además un par de pases de gol, asistencias que se llaman ahora, obra de Jauregizar. Cuando se señala, con insistencia y no sin razón, la pobre producción rematadora de quienes ocupan las demarcaciones más avanzadas, no está de más detenerse en que los que se ubican cerca de los anteriores tampoco sobresalen por hacer migas con el gol. Realidad que a la fuerza se ha de acusar e incide en el balance de los delanteros.

Por supuesto que no puede exigirse que destaquen en ningún apartado a Rego o Vesga, con una participación de 491 y 387 minutos. Asoman a ratitos o son titulares de Pascuas a Ramos. Si su escasa aportación llega por defecto, similar reflexión cabría aplicar a Jauregizar por exceso. No es de recibo que cargue entre pecho y espalda con 1.459 minutos y bien que se aprecia su desgaste desde hace un mes. Con lo observado hasta la fecha, apelar a la larga ausencia de Prados para justificar la vigente gestión de la nómina de medios, se sostiene malamente. Y aún quedan por delante dos terceras partes de la temporada.

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Serrano vuelve con el grupo

Iñaki Williams, al margen. El primer equipo del Athletic, después de disfrutar el miércoles de una jornada de descanso tras regresar de la República Checa, volvió ayer al trabajo en Lezama. En la sesión, la habitual de recuperación tras partido para los titulares y más exigente para el resto, se ejercitó de nuevo con aparente normalidad junto a sus compañeros Nico Serrano, quien tuvo que ser descartado por Ernesto Valverde el lunes para el choque de Champions ante el Slavia Praga por una sobrecarga muscular. Iñaki Williams sí que trabajó al margen del grupo dentro de su proceso de recuperación de su lesión muscular. Con la vista puesta en la visita de mañana al Levante, Ernesto Valverde Valverde mantiene en la dinámica del primer equipo a Selton Sánchez y Asier Hierro.