La crispación con la grada de animación va en aumento en San Mamés

La tensión va en aumento en San Mamés. Lejos de apaciguarse los ánimos, la crispación crece en las gradas a cuatro días del crucial partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League contra la Roma. Sin acuerdo todavía entre el grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) y la junta directiva liderada por Jon Uriarte, la división interna que se vive en ‘La Catedral’ volvió a quedar patente durante la primera mitad del choque ante el Mallorca.

Al igual que en los últimos partidos, los cánticos de ‘Herri Harmaila aurrera’ volvieron a ser silbados por buena parte de la parroquia rojiblanca, que aumentó los decibelios en la protesta hacia dicha proclama al comprobar que el cántico se alargaba más en el tiempo que en encuentros anteriores. Ocurrió en el minuto 12, poco antes de que desde la propia Herri Harmaila se cantara: “Dónde está, no se ve la afición de San Mamés”. La respuesta volvió a ser una música de viento que acompañó también a los primeros gritos que se escuchan en ‘La Catedral’ de “Uriarte kanpora”, cántico que salió también en la primera mitad del encuentro desde una grada popular más enfrentada que nunca con el resto del estadio.

Al término del partido Ernesto Valverde hincó el diente a la convulsa situación. “En el primer tiempo el ambiente era raro. Entiendo que no quieran animar, estén enfadados y esto y lo otro. Alguna vez he comentado también que cuando entramos en la Champions hace años no había una tribuna, pero el partido iba funcionando. Que estén peleándose unos con los otros es una situación que estresa un poco”, apuntó el técnico, que incidió en que “es una situación rara, porque unos se reivindican, otros silban, unos que sí, otros que no y estás jugando el partido. Si el ambiente está parado se sigue jugando, pero si no es como que hay algo raro ahí y esa situación no la hemos controlado bien, aunque también estaba el Mallorca que no nos dejaba y veníamos de jugar el jueves”. 

Arrasate, sincero

Jagoba Arrasate, entrenador del Mallorca, reconoció que la crispación que se vive en San Mamés “se nota”. “Es una gran pena y más si cabe pensando en el jueves. No soy nadie para decir absolutamente nada al faltarme información, pero creo que están condenados a entenderse porque el Athletic es más fuerte con 50.000 gargantas”, finalizó el de Berriatua.