La fortuna no solo fue esquiva al Athletic en el sorteo de los octavos de final de la Europa League a nivel deportivo. También lo fue en el plano extradeportivo, pues la eliminatoria a doble partido ante la Roma de Claudio Ranieri proyecta un peligro latente con los radicales de por medio. En el recuerdo, no en vano, están los incidentes provocados por ultras de ambos bandos en torno al encuentro que albergó el Olímpico de Roma el 26 de septiembre del pasado año en la primera jornada de la Fase de Liga de una competición que vuelve a poner cara a cara a romanos y bilbainos.
El club transalpino cuenta en las gradas del Olímpico con ultras divididos en distintos grupos que se ubican en la denominada Curva Sud del estadio, donde predominan los grupos Boys Roma y Fedayn con una marcada ideología de extrema derecha estando los primeros hermanados con el Frente Atlético. Fueron, precisamente, al menos dos grupos de radicales romanos de unas 15-20 personas los que en la noche previa al partido anduvieron a la caza del aficionado rojiblanco por las calles del populoso barrio del Trastevere, uno de los puntos neurálgicos del turismo romano. El enviado especial de DEIA pudo ver en primera persona cómo dichos ultras recorrieron las calles durante varias horas en busca de seguidores del Athletic dando en su camino con algunas familias, varias de ellas con hijos e hijas adolescentes, a quienes les robaron las camisetas y dejaron desnudas por las calles de la capital italiana.
Los incidentes se trasladaron el día siguiente al Estadio Olímpico, donde el equipo de Ernesto Valverde estuvo arropado por más de 2.500 aficionados. No todos, sin embargo, estuvieron a la altura del escudo a representar, dado que hubo que lamentar el lanzamiento de una bengala desde la zona de la hinchada rojiblanca contra otra parcela repleta de aficionados de la Roma. Ocurrió, empañando el ambiente festivo que se respiró en el resto de la zona habilitada para los aficionados desplazados desde Bilbao, justo después de que Aitor Paredes estableciera el a la postre definitivo 1-1 en el marcador en el minuto 85. El partido se detuvo durante unos segundos sin que hubiera ningún romano afectado por el impacto en la grada, pero al término del choque los capitanes Óscar de Marcos e Iñaki Williams se acercaron a la zona de la afición rojiblanca para recriminar su actitud a los implicados.
Lo hizo también a pie de césped Ernesto Valverde y lanzó un comunicado el Athletic condenando lo sucedido antes de que la UEFA impusiera al club rojiblanco una sanción económica de 30.000 euros y la prohibición de venta de entradas para el siguiente partido como visitante. El máximo organismo europeo, no obstante, dejó suspendida dicha prohibición por un periodo de prueba de dos años durante los cuales, en caso de producirse algún incidente similar, la prohibición de desplazarse con el equipo por Europa se hará efectiva. Advertido por la UEFA en consecuencia, el Athletic no tardó en identificar a las 15 personas que participaron en la conducta violenta de Roma, 5 de ellas pertenecientes a Ultramarine del Girondins de Burdeos y las otras 10 asociadas a Herri Norte Taldea con dos socios del club entre medias.
El temor a que los actos vandálicos se repitan e incluso se endurezcan venganzas de por medio con motivo de la nueva visita del Athletic a la capital italiana el próximo 6 de marzo está sobre la mesa.
LA VUELTA, EN BILBAO
El peligro ultra, con todo, no solo atañe al partido de ida de octavos de final de la Europa League a disputar en el Olímpico de Roma. San Mamés albergará siete días después el encuentro de vuelta y la Ertzaintza conoce ya a los radicales romanos. En marzo de 2023, sin ir más lejos, la Real Sociedad recibió al conjunto italiano en el partido de vuelta de octavos de la propia Europa League y en las horas previas al comienzo del encuentro se registraron incidentes en las inmediaciones del Reale Arena. Se produjo una pelea entre aficionados radicales de ambos equipos con lanzamiento de sillas y mobiliario urbano que provocó un herido y la detención de tres jóvenes de entre 19 y 31 años.
Dos años después será la capital vizcaina la que reciba la visita de los radicales de la Roma, rival ante el que el Athletic buscará en el verde el pase a los cuartos de final de la Europa League.