El Athletic, lejos de su mejor versión en la semifinal de la Supercopa disputada el miércoles ante el Barcelona en Yeda, cedió en un partido en el que no consiguió parecerse a sí mismo a pesar del encomiable esfuerzo de los jugadores por estar a la altura de las circunstancias. La categoría futbolística de un rival de la talla del conjunto blaugrana, unido a las sensibles ausencias que presentó en Arabia Saudí el equipo de Ernesto Valverde terminaron por decantar la balanza en un encuentro en el que el técnico rojiblanco no pudo contar con Oihan Sancet por lesión, ni con Andoni Gorosabel por un proceso gripal.
Nico Williams, que el martes estaba prácticamente descartado por una contusión en su tobillo izquierdo, tampoco pudo asomar en escena hasta la última media hora de partido, mientras que los recién recuperados Yeray Álvarez y Ruiz de Galarreta tuvieron que resignarse a ver el choque desde el banquillo. Especialmente trascendente resultó la indisponibilidad de este último, pues el centrocampista eibartarra, pieza clave en los esquemas de Valverde, figura como una especie de seguro de vida para el entrenador a tenor de los resultados cosechados por el equipo desde el comienzo del curso.
Tres de las cuatro derrotas que ha sufrido el Athletic esta temporada se han producido no en vano sin la participación de Ruiz de Galarreta. Sin minutos por precaución este miércoles contra el Barcelona en la Supercopa (0-2), el guipuzcoano tampoco participó por lesión en el tropiezo por 2-1 frente al cuadro catalán en Montjuic en la segunda jornada de liga, ni en la derrota por 0-1 ante el Atlético en San Mamés en la cuarta cita liguera. Solo en el encuentro perdido contra el Girona en Montilivi por 2-1 en la novena jornada, envite en el que el Athletic falló tres penaltis, tuvo presencia en el campo el 16 rojiblanco, que fue sustituido aun así en el minuto 59 con 1-1 en el marcador.
De los seis partidos que el conjunto rojiblanco ha disputado esta campaña sin Ruiz de Galarreta sobre el verde, el balance de resultados es de una victoria, tres derrotas y dos empates. Solo contra el Valencia en La Catedral en liga por 1-0 ha sido capaz de ganar este curso el Athletic sin el eibartarra, en cuya ausencia se proyectan las ya mencionadas derrotas y las tablas firmadas frente al Getafe en San Mamés (1-1) en la apertura del curso y ante la UD Logroñés en Las Gaunas en una eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa que acabaron resolviendo los leones en la tanda de penaltis. No pudieron pasar los rojiblancos del 0-0, prórroga incluida, en la visita copera a un rival de Segunda Federación mientras Ruiz de Galarreta ultimaba su recuperación en las instalaciones de Lezama.
De vuelta ante Osasuna
Con el eibartarra en acción, por el contrario, el Athletic suma este curso 14 victorias, 6 empates y la citada derrota ante el Girona en un total de 21 partidos, de los cuales ha partido de inicio en 16 para ejercer como revulsivo en cinco. Asistente a balón parado contra el Valladolid a domicilio y frente al Villarreal en San Mamés en sendos compromisos de liga, Ruiz de Galarreta asoma como intocable para Valverde, si bien el técnico le ha dado descanso en varios encuentros para prevenir contratiempos físicos como el último que sufrió en El Sadar.
Sustituido en el minuto 67 contra Osasuna en el partido que cerró el 2024 a causa de una lesión muscular, el guipuzcoano apunta a regresar al verde precisamente ante el cuadro rojillo en los octavos de final de Copa. El derbi que albergará San Mamés y que pondrá en juego el billete para cuartos se disputará el próximo jueves 16 a las 19.30 horas y en el mismo se espera de vuelta a Ruiz de Galarreta, cuya relevancia en el equipo nunca ha escondido Valverde desde que el eibartarra regresara a la disciplina bilbaina en el verano de 2023 procedente del Mallorca. Campeón de la Copa a su vuelta a Bilbao una década después, el centrocampista puede presumir de un poderoso impacto en el equipo que defienden los números.