El triunfo del Athletic el pasado miércoles ante el Fenerbahce de José Mourinho ha dejado un buen puñado de noticias positivas. Por un lado, la cita en la caldera turca vino a confirmar el gran momento de forma por el que atraviesa el conjunto rojiblanco, que minimizó a su rival, al que no le bastó con el impulso de su enérgica afición para siquiera hacerle cosquillas a un Julen Agirrezabala que se mantiene en la portería pese a que Unai Simón está ya recuperado y que vivió un partido de lo más cómodo, sin apenas tener que intervenir. Andoni Gorosabel se confirmó como una alternativa más que válida para rotar en el lateral derecho y pese al baile de centrales –Yeray Álvarez y Aitor Paredes salieron de inicio y Dani Vivian jugó toda la segunda mitad–, el equipo volvió a no encajar gol por cuarta ocasión en solo seis choques europeos. Seguridad defensiva al margen, los rojiblancos volvieron a hacer gala de una enorme capacidad de trabajo en pos del colectivo, mención especial para Iñigo Ruiz de Galarreta, y también de una gran efectividad ante la portería rival, marcando dos goles con solo cuatro disparos a puerta en la primera mitad.
La combinación de esos factores describe una trayectoria más que notable del Athletic, que maneja unos registros al alcance de muy pocos equipos. Hasta la fecha ha disputado un total de 23 encuentros entre LaLiga y la Europa League que dejan un balance de 14 victorias, 6 empates y solo 3 derrotas. Los leones llevan más de dos meses sin perder, concretamente desde el 6 de octubre, cuando cayeron ante el Girona en un encuentro marcado por los tres errores desde el punto de penalti, ocupan la cuarta posición en el campeonato de la regularidad y en el torneo continental tienen prácticamente los dos pies en los octavos de final, lo que se traducirá en un premio económico de más de 10 millones de euros.
Si en el apartado deportivo todo marcha sobre ruedas, qué decir del plano económico. Aquí reside la otra gran noticia del contundente triunfo ante el Fenerbahce. Cuando el Athletic alzó al cielo de Sevilla la Copa, ya en la madrugada del 7 de abril, supo que recibiría un mínimo de 4,31 millones de euros por participar en la Europa League, cantidad a la que debería sumar distintas partidas en función de su rendimiento deportivo, el reparto de los derechos audiovisuales de la competición, así como por los beneficios obtenidos con la venta de entradas de sus partidos como local.
Esta temporada ha entrado en vigor, coincidiendo con la creación del novedoso formato de liguilla, un nuevo reparto económico que estará vigente al menos hasta el final de la campaña 2026-27 y que recoge premios económicos por victoria de 450.000 euros y de 150.000 en caso de empate. Con un bagaje de cinco victorias –AZ Alkmaar, Slavia de Praga, Ludogorets, Elfsborg y Fenerbahce– y un empate –Roma–, la entidad bilbaina se ha embolsado ya 2,4 millones cuando le restan dos partidos aún por disputar, frente al Besiktas de nuevo en Estambul y en San Mamés ante el Viktoria Plzen. La suma de sus resultados deportivos y la participación en la Europa League se traducen a estas alturas en 6,71 kilos.
BONUS POR POSICIÓN
Claro que la ecuación aún tiene otras variables que dispararán los beneficios por encima de los diez millones de euros. Si nada se tuerce, pues solo una tremenda carambola y un pésimo mes de enero dejarían al Athletic fuera de los octavos de final, los rojiblancos ocuparán una de las ocho primeras posiciones de la liguilla. Esta circunstancia le repercutirá un beneficio añadido de 600.000 euros, a los que habría que sumar 1,75 millones por llegar a octavos y otros 2.175.000 por haber sido, como mínimo, octavo.
Tal y como explica la UEFA en su circular del pasado 22 de marzo, cada equipo obtendrá una bonificación de 75.000 euros que se multiplicará por su posición final una vez acabe la liguilla. Así, el último clasificado recibirá una bonus de 75.000 euros, ya que su multiplicador se queda en uno, mientras que quien lidere la tabla obtendrá 2,7 kilos, el resultado de multiplicar esos 75.000 por 36. De esta forma, si el conjunto rojiblanco es octavo, agregará un total de 4.525.000 euros al bote que ya ha generado de 6,71 millones, para un total de 11.235.000 euros.
Por el contrario, si las cosas se le tuercen a la tropa de Ernesto Valverde en las dos jornadas que restan por jugarse, si no logra ningún punto y cae por debajo de la octava plaza, teniendo que disputar una ronda extra, sus ingresos disminuirán significativamente. Recibiría 300.000 euros por finalizar entre el noveno y el décimo sexto lugar –el resto no reciben nada pero el Athletic tiene garantizado estar como mínimo entre los 16 primeros– e idéntica cantidad por alcanzar los dieciseisavos de final: 600.000 euros a los que agregar el bonus de su posición en la liguilla. Así, si por ejemplo el Athletic es décimo (2,025 millones), la UEFA le daría 9.335.000 euros, prácticamente dos kilos menos que siendo el octavo mejor, diferencia que aumentaría si los bilbainos se acercan más a las primeras posiciones.
LA TAQUILLA
A todo lo expuesto anteriormente habrá que sumar por un lado lo correspondiente a la partida audiovisual, que se definirá una vez concluya la Europa League, así como los beneficios que se obtengan por la venta de entradas. La respuesta de la afición rojiblanca está siendo excelente y más de 38.000 socios (en torno a un 85% de la masa social) retiraron los bonos que el club puso a la venta para los cuatro partidos en casa de la liguilla continental, que oscilaron entre los 40 y los 110 euros. Estableciendo una media de 60 euros por bono, los ingresos por la taquilla superan ya los 2,5 millones, cifra a la que se sumará un quinto partido que el Athletic se ha garantizado al estar ya clasificado como mínimo para dieciseisavos y tener prácticamente los dos pies en octavos.