LA UD Las Palmas puso en marcha su segunda temporada consecutiva en LaLiga EA Sports con un ilusionante empate frente al Sevilla (2-2) en el estadio Gran Canaria que dio sentido a la amplia reconstrucción protagonizada por el equipo, con 15 altas y 13 bajas, tras una campaña en la que el conjunto amarillo alcanzó con holgura el objetivo de la permanencia. El plantel entonces dirigido por Francisco García Pimienta terminó decimosexto con 40 puntos, a siete del descenso. El buen hacer de la dirección técnica, protagonista también del ascenso a la máxima categoría, condujo al entrenador al banquillo del Sevilla, lo que obligó a la UD Las Palmas a emprender un nuevo proyecto, esta vez bajo la dirección de Luis Carrión, quien inició sus pasos como entrenador en el banquillo del Espanyol femenino y el curso pasado condujo al Oviedo al play-off de ascenso a Primera después de una meteórica remontada desde la vigésimo segunda plaza hasta la sexta. En la promoción eliminó al Eibar y en la final cayó con el Espanyol.

Pese al esperanzador arranque liguero y al brillante empate en feudo propio ante el Real Madrid (1-1), la UD Las Palmas recibirá este próximo domingo al Athletic, después de cuatro jornadas, abrochada a la necesidad, ya que sus dos encuentros a domicilio se contaron por derrotas, ante Leganés (2-1) y Alavés (2-0), a priori dos rivales llamados a competir con el equipo amarillo por eludir el descenso. Es uno de los cinco equipos que todavía no ha ganado esta temporada, junto a Valencia, Sevilla, Betis y Getafe, aunque estos dos últimos han disputado un partido menos teniendo pendiente un duelo entre sí. Y estos resultados no han hecho sino prolongar la peor racha del club canario en su historia en Primera al sumar ya 18 partidos ligueros sin firmar una victoria.

El último triunfo pío pío en liga se produjo el pasado 11 de febrero, cuando los de García Pimienta se impusieron al Valencia por 2-0. Fue la penúltima vez que el equipo dejó la portería a cero durante esa citada racha lapidaria de 18 encuentros sin ganar, y la única en la que no encajó goles en casa hasta el día de hoy, cuando han transcurrido nueve partidos.

Sin embargo, las alarmas no han saltado en Las Palmas pese a que el equipo ocupa la antepenúltima posición de la clasificación. La afición entiende que cualquier renovación de proyecto requiere de un proceso de adaptación, y también deposita confianza en los refuerzos, ya que varios de los jugadores recién incorporados y llamados a tener un peso específico importante en la plantilla –Essugo, Fabio Silva, Pejiña o Januzaj– aún no han estrenado la camiseta amarilla.

Fragilidad defensiva

A su llegada, Carrión se anunció como un técnico que apuesta por un perfil ofensivo. “Quiero un equipo que tenga la portería arriba presente siempre, en cómo hacer daño siempre”, proclamó. Si bien, eso implica asumir determinados riesgos en la parcela defensiva, lo que el entrenador ya ha detectado como el principal aspecto a mejorar. Los números hablan por sí solos. Las Palmas es el equipo que más disparos ha recibido (68 en total; 17 de media por partido), por delante de Villarreal (67) y Espanyol (62), y el tercero más goleado de la categoría (7 tantos), por detrás de Celta (9) y Valladolid (10). Ello a pesar de que Cillessen es el portero que más paradas ha realizado durante las cuatro jornadas inaugurales (16).

El conjunto de Carrión también muestra dos datos muy llamativos que tienen que ver con la intención de combatir la fragilidad defensiva. Por un lado está el hecho de que es el conjunto que más faltas tiene que cometer para ver tarjetas amarillas. Este oportunismo siempre es un incordio para los rivales cuando se trata de detener las ofensivas. Ha realizado 49 faltas y solo ha recibido tres cartulinas amarillas. Si bien, esa voluntad de detener el juego rival ha llevado a los canarios a cometer tres penaltis en solo cuatro partidos, lo que significa ser el equipo que más penas máximas ha sumado hasta la fecha, con la fortuna de que Cillessen solo ha encajado un tanto desde los once metros, ya que detuvo uno de los tres penaltis y el tercero se lanzó fuera.

En el plano atacante, Las Palmas cerró el curso anterior con la cuenta pendiente de mejorar sus registros anotadores tras ser el tercer equipo con menor registro (33 goles) con solamente Cádiz (26) y Rayo Vallecano (29) por debajo. De momento, el bloque amarillo acumula cuatro goles (dos de Sandro, uno de Moleiro y otro en propia puerta), un número que le sitúa como undécimo más goleador, pero que de nuevo resulta insuficiente si no logra blindar su portería.

El reto, por lo tanto, es claro para los de Carrión, que por un lado tienen la obligación de frenar la racha de partidos sin ganar y por otro presentan la obsesión por dejar la portería a cero. Intenciones que tratarán de llevar a cabo este domingo frente a los pupilos de Ernesto Valverde.