Iñigo Martínez de vuelta en San Mamés con la camiseta del Barcelona 323 días después de disputar su último partido como jugador del Athletic en 'La Catedral'. El morbo estaba servido, si bien la decisión de Xavi Hernández de dar la titularidad al joven Pau Cubarsí en detrimento del ondarrutarra, a quien se esperaba de inicio, aplazó un recibimiento que no pudo resultar más esclarecedor. La parroquia rojiblanca, que en tantas ocasiones ovacionó al central vizcaino desde su llegada a Bilbao procedente de la Real en enero de 2018 hasta su salida rumbo al Barcelona con la carta de libertad en la mano en julio del año pasado, dedicó una pitada monumental a un Iñigo Martínez que conoció así el veredicto del respetable tras su polémica salida.
Aseguró la junta directiva de Jon Uriarte que había intentado renovar sin éxito al de Ondarroa y negó que hubiera existido oferta alguna de renovación por parte de la actual junta directiva el representante del futbolista en una entrevista concedida a este periódico. “El Athletic quiso renovar a Iñigo y él se ha querido marchar”, llegó a afirmar en rueda de prensa el presidente rojiblanco después de que desde el entorno del central se acusara de “deshonesta” a la junta directiva y se afirmara mediante un comunicado que “el jugador nunca ha rechazado una oferta del club, porque dicha oferta no ha existido”. Así, con un cruce de declaraciones y de versiones de por medio, puso fin a sus cinco años como león Iñigo Martínez, quien se perdió la visita copera del Barcelona a San Mamés en enero por una lesión muscular.
No viajó entonces el ondarrutarra, que en el encuentro de la primera vuelta de liga sí se fajó ante sus excompañeros. Fue titular y cuajó una gran actuación, pero tenía pendiente un regreso a San Mamés que se consumó anoche en medio de una expectación que quedó resuelta. La afición del Athletic dictó sentencia al abuchear en cada intervención al ‘5’ del Barcelona, que a buen seguro abandonó San Mamés con un mal sabor de boca. Si bien la pitada no llegó a ser tan atronadora como las recibidas en sus visitas a la Real Sociedad con la camiseta del Athletic, el recibimiento no fue ni mucho menos el deseado por Iñigo Martínez en su vuelta a ‘La Catedral’, donde lideró durante un lustro una defensa en la que se erigió en jefe absoluto.
Lesiones y competencia
En su primera temporada en can Barça, el de Ondarroa, que disputó 177 partidos oficiales con el Athletic, no está encontrando la regularidad deseada por culpa de las lesiones y de una competencia que volvió a mandarle al banquillo en su esperado regreso a San Mamés. La irrupción del joven Cubarsí, un producto de La Masía del gusto de Xavi Hernández, y un par de percances físicos han mermado al central vizcaino, que sumó en ‘La Catedral’ su duodécimo partido de liga como blaugrana, en los que ha visto tres tarjetas amarillas sin poder estrenarse como goleador.
La pasada campaña, mermado también físicamente, Iñigo Martínez jugó 15 encuentros ligueros para poner fin a su andadura como león, pasado ya para una afición que no indultó anoche al central vizcaino.
