En la bocana de vestuarios del Nuevo Mirandilla resulta imposible no reparar en una frase que, con letras bien grandes, recoge una expresión lanzada hace más de una década, durante los actos conmemorativos del centenario del Cádiz, por el reconocido periodista Alfredo Relaño. “Quien está contra el Cádiz, está contra la humanidad”, lanzó en 2010; poco después, los dirigentes del conjunto gaditano decidieron plasmarlo en un lugar llamativo y bien visible, más ahora que las televisiones tienen acceso a prácticamente cualquier recoveco de los estadios. Se entiende que el Athletic, por aquello de no ir contra la humanidad, decidió hacer caso a Relaño y se propuso no inquietar al Cádiz. Por si las moscas. La tropa de Ernesto Valverde enarboló la bandera blanca. Acabó el partido sin tirar entre los tres palos, nada que no sorprenda visto el desempeño de muchos de los futbolistas, pero al menos rascó un empate en un partido en el que la mejor noticia fue el regreso de Yeray Álvarez, quien fue titular y completó los 90 minutos.

De entrada, a tenor del comportamiento que los menos habituales han ido ofreciendo en las últimas semanas, los siete cambios realizados por el técnico rojiblanco con respecto al once que dispuso en los cuartos de final de Copa frente al Barcelona, parecían garantía suficiente como para hincarle el diente a un Cádiz que estrenaba entrenador y que no gana un partido de liga desde que lo hiciera en la cuarta jornada, a principios de septiembre. Claro que Valverde ya avisó en la previa de las dificultades que entrañaría cambiar el chip de Copa y centrarse de nuevo en liga después de la paliza física del miércoles y el desgaste mental que supuso. Solo se libraron de la quema los dos centrales, un Dani Vivian que sigue a un gran nivel, y Yeray; y Unai Simón, al que muchos piden en la alineación de las semifinales de Copa.

La primera parte fue un quiero y no puedo; algo similar a lo que aconteció en el segundo acto, en el que Valverde realizó hasta tres cambios a los pocos minutos de regresar de vestuarios y agotó los cinco para el 70. Hubo un amago de mejora, pero se quedó en un mero intento. El Athletic siguió con la bandera blanca cosida al pecho, lo que agradeció un Cádiz serio, bien plantado, que tampoco inquietó en exceso a la zaga rojiblanca y que en su intentona más clara se topó con la inspiración de Simón, que hizo fácil lo difícil y se lució con una gran mano en una falta.

Ni con un equipo más reconocible, con un puñado de titulares, entre ellos los hermanos Williams, Oihan Sancet y Gorka Guruzeta, fue capaz el conjunto rojiblanco de inquietar a Conan, que no tuvo que realizar ni una sola parada en todo el encuentro. La abundancia del partido copero frente al Barcelona, con hasta 29 remates (7 de ellos entre los tres palos) fue un espejismo en el Nuevo Mirandilla.

Cádiz-Athletic | El análisis final de José Manuel Monje

Cádiz-Athletic | El análisis final de José Manuel Monje José Manuel Monje

Por primera vez en lo que va de temporada, el Athletic no remató a puerta. Se entiende que los excesos coperos les pasaron factura a los leones, que con su rosco ante la portería rival enlazaron su segundo partido liguero sin marcar, algo inédito también en la presente campaña. Y es que si de algo ha hecho gala el Athletic esta temporada es de su facilidad para asociarse con el gol. La semana pasada, en Valencia, se topó con un inspirado Mamardashvili, pero ayer se quedó sin siquiera probar las habilidades de un Conan que dejó algunas dudas en un par de acciones.

Sexto partido sin marcar

No parece haber motivos para la preocupación, pues ahí está el caudal ofensivo exhibido ante el Barça en Copa, pero ya son seis los partidos en los que el Athletic no ha marcado esta campaña: Real Madrid, Mallorca, Real Sociedad y Barcelona, además de los dos últimos. Para colmo, tampoco el VAR le echó un cable en el último minuto, cuando el responsable del mismo miró a un lado y pasó de llamar al árbitro para que viera la agresión de Fali a Nico, que hubiera supuesto la roja para el central y penalti para los bilbainos. Ahí también hubo bandera blanca. La misma que lució el Athletic en Cádiz.

La cifra

114

Yeray Álvarez volvió a vestirse de corto casi cuatro meses después de hacerlo por última vez el 6 de octubre del pasado año en un encuentro ante el Almería en San Mamés. El central ha tenido que esperar 114 días y 18 partidos para volver a jugar. Entre medias ha tenido que pasar hasta por el quirófano.