El desgaste físico que provocó la eliminatoria de cuartos de final de Copa contra el Barcelona, prórroga incluida, animó a Ernesto Valverde a tirar de rotaciones en la visita al Nuevo Mirandilla, donde la principal novedad fue el regreso de Yeray Álvarez a la alineación 114 días después. 3 meses y 22 días habían transcurrido desde la última aparición del central rojiblanco, que no asomaba en los terrenos de juego desde el 6 de octubre del año pasado. Fue en la victoria contra el Almería en San Mamés en el marco de la novena jornada de liga, cita en la que el '5' del Athletic cayó lesionado en el minuto 7.

Tras ser intervenido quirúrgicamente de su aductor derecho el 18 de octubre y verse relegado en los últimos partidos a la suplencia con leves contratiempos físicos de por medio, Yeray volvió a la titularidad en Cádiz en un choque en el que tuvo que lidiar con Chris Ramos, uno de los delanteros más entonados en la liga desde el comienzo de la temporada. El ariete andaluz, junto con unos activos Iván Alejo y Robert Navarro en las bandas exigió a la defensa bilbaina en general y al de Barakaldo en particular, que fue de menos a más.

Dio la cara en su regreso un concentrado, solvente y expeditivo Yeray, quien se alió con Dani Vivian para dar así un respiro a Aitor Paredes y no comprometer la presencia de al menos uno de los dos centrales habituales en el encuentro liguero del viernes ante el Mallorca en San Mamés. A una tarjeta amarilla de la suspensión tanto Vivian como Paredes, fue el gasteiztarra el elegido para formar pareja de centrales con Yeray frente al Cádiz, rival contra el que el vizcaino disputó los 23 últimos minutos en el envite de la primera vuelta en San Mamés. 3-0 se impuso el Athletic en aquel partido con goles de Guruzeta, Villalibre e Iñaki Williams, estos dos últimos titulares en el Nuevo Mirandilla cuatro meses después.

No fue un partido para recordar, pero sirvió para que el conjunto rojiblanco sumara un punto gracias a la décima portería a cero del curso en liga, la primera con Yeray en el césped durante los noventa minutos. De principio a fin se fajó el de Barakaldo por primera vez en la temporada tras ser operado también el 31 de mayo del pasado año de una latosa pubalgia. 

Feliz y sincero

Tras el empate sin goles en Cádiz, Ernesto Valverde apuntó respecto al de Barakaldo que “volvía después de mucho tiempo parado y le he visto bien, aunque creo que con balón nos puede dar más cosas todavía. Estaba un poco dubitativo al no saber si iba a poder aguantar los noventa minutos, pero le pregunté y me dijo que estaba bien. Para nosotros es fundamental tener una opción más ahí atrás”. Yeray, por su parte, confesó que “llevaba tres meses y medio sin jugar y no hemos hecho un gran partido, porque nos ha faltado ritmo, pero a nivel físico me he encontrado bien y una portería a cero siempre es buena para el equipo”. 

Durante la larga ausencia “he vivido momentos de incertidumbre sobre todo al no saber cuándo iba a volver, pero mis compañeros me han hecho llevarlo mucho mejor. He trabajado mucho para sentirme como me he sentido en este partido y muy contento por ello”, agregó Yeray, quien admitió asimismo que “después de dos operaciones en ocho meses, cuando volví la primera vez tuve alguna molestia y quería tener la confianza al cien por cien para sentirme futbolista, lo cual he conseguido y ahora a intentar ayudar al equipo”.

Respecto a Vivian y Paredes, el vizcaino remarcó que “los dos están con cuatro tarjetas, han estado a un nivel altísimo y han conseguido muchas porterías a cero”, circunstancia por la cual “llego a tiempo para ayudar al equipo en lo que necesite, pero los que tienen que jugar son ellos, porque no hay que cortar la dinámica del equipo y a mí me toca ayudar”. En el plano colectivo, por último, “el objetivo sigue siendo el mismo, pero eso no quita que nos podamos ilusionar con la Champions y como todos los años también con la Copa. Ambiciosos ante todo”, finalizó Yeray.