La tempranera eliminación de Ghana en la Copa de África, conocida a eso de las 20.00 horas del martes, permitió a Iñaki Williams realizar un viaje exprés desde Costa de Marfil hasta Bilbao, con escala en París y vuelo charter fletado por el Athletic –fue durante este segundo tramo el vuelo más seguido del mundo, con 4.000 seguidores– aterrizar en Loiu a casi once horas del comienzo del encuentro de los cuartos de final de la Copa, que arrancó a las 21.30 horas.

Ernesto Valverde, que no anunció la convocatoria el día antes del partido, como suele ser habitual en él, incluyó finalmente al delantero en la lista de los 22 jugadores que podrían tomar parte en la cita frente al Barcelona. Es decir, Iñaki llegaba a tiempo y además con pocos minutos en sus piernas, ya que en el torneo africano apenas disputó cerca de 90 distribuidos entre los tres compromisos afrontados por Ghana.

Si bien, el técnico del conjunto bilbaino optó por sentar de inicio a Iñaki en el banquillo para dar entrada en su lugar a Adu Ares, quien a su vez se vistió de reemplazo de Alex Berenguer, lesionado al igual que Iñigo Ruiz de Galarreta, ambos duda para el partido según lo acontecido los días previos. Adu Ares asistía así a su tercera titularidad tras las dos protagonizadas en la presente edición de la Copa, los encuentros ante el Rubí, al que marcó dos goles, y el Cayón.

El extremo derecho recuperó el primer balón del partido. Se mostró voluntarioso y bien posicionado, de hecho, el balón le llovió para intervenir en la jugada que terminaría en el gol de Gorka Guruzeta a los 40 segundos de partido. La lesión de Alejandro Balde podía beneficiar al Athletic a la hora de percutir por el costado derecho, el de Ares. La entrada del joven Héctor Fort podía ser una invitación a apostar por ese costado para las ofensivas. 

Como el equipo, Ares se fue diluyendo. El Barça creció a través de la posesión, el conjunto de Valverde dio unos pasos atrás y se dio paso al sufrimiento bilbaino. El Athletic solo modificó su imagen cuando el equipo culé ya había remontado el marcador. En los últimos minutos del primer tiempo, Valverde, ante la poca incidencia de los extremos, trasladó a Ares al flanco izquierdo, mientras que Nico Williams cayó al costado derecho. El cambio de bandas gozó de poco tiempo para ser evaluado. Y así se dio fin al primer acto.

La llegada del descanso y la necesidad de alterar el resultado incitaba a todo espectador a mirar hacia la figura de Iñaki Williams. Si había debate sobre su suplencia, nadie cuestionaba que después del periplo desde África gozaría de minutos. La cuestión a resolver era cuándo decidiría Valverde la entrada del jugador, que a esas alturas era con ocho goles el segundo máximo anotador del equipo tras el tanto de Guruzeta (9).

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Las imágenes de la grada de San Mamés Borja Guerrero

Iñaki calentó durante todo el descanso y nada más arrancar la segunda parte siguió haciéndolo en la banda. El gol de Oihan Sancet que supuso la igualada no alteró la sensación de que Iñaki saltaría el terreno de juego en sustitución de Adu Ares, pese a que Valverde le mandó sentarse en el banquillo. Sobre el césped, Nico Williams se cubría de gloria mientras permanecía acostado en la banda derecha, con Ares en la izquierda.

En el minuto 59 llegó el momento. Iñaki Williams reemplazó a Adu Ares, que dejó buenas sensaciones. La grada estalló. El escenario se antojaba épico, digno de una preciosa historia. El internacional con Ghana ejecutó su primer disparo solo tres minutos después, ávido por sacudirse las penas encajadas por el fracaso con su selección y por colaborar en el acceso a las semifinales de la Copa. Seguido puso un buen centro lateral. Poco después disparó de nuevo. Acaparaba protagonismo Iñaki coincidiendo con algunos de los mejores minutos del plantel rojiblanco. Aunque en alguna ocasión le venció la ansiedad por triunfar.

Pero el ímpetu, las ganas, la voluntad... propiciaron que Iñaki se vistiera de protagonista, de héroe, para escribir una bonita historia de un viaje exprés que será recordada durante una eternidad en Bilbao, porque se cerró con final feliz, con Iñaki Williams firmando un gol decisivo, el 3-2, con un primer disparo estrellado en el poste para seguido anotar a placer tras el rebote, antes de que hermano pusiera la sentencia. Iñaki, al rescate de su Athletic, que ya está en las semifinales de la Copa. 

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La llegada del Athletic a San Mamés Jose Mari Martínez

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“Ni en el mejor de los sueños. Ayer me imaginaba estar aquí después del mazazo y parece que estaba escrito que acabara como ha acabado. Ha sido todo muy rápido y casi no he podido descansar, pero tenía mucha ilusión por estar aquí, apoyando a mis compañeros aunque no tuviera minutos. Es ese tipo de noches que quiere todo athleticzale”, expresó Iñaki, que abogó por "soñar". "El año pasado nos quedamos muy cerca, pero este año las sensaciones son diferentes y a lo bajini, volando bajito, hay que soñar. ¿Por qué no?", zanjó sin preferencias por un rival concreto para las semifinales: "Hay que respetar a todos los rivales. El que llegue, bueno será".

El análisis de José Manuel Monje

El análisis de José Manuel Monje José Manuel Monje