Aitaren izenean

La jornada festiva que comenzó al mediodía con el más que merecido homenaje a José Ángel Iribar, el Txopo, cuya figura luce ya orgullosa frente a San Mamés, al final de la calle Licenciado Poza, y que acabó con un espectáculo de música, tuvo su guinda con el magnífico triunfo del Athletic sobre el Atlético de Madrid. En medio del jolgorio, también hubo hueco para recordar a Aitor Zabaleta, asesinado hace ahora 25 años a las puertas del Vicente Calderón. Qué mejor manera de festejar los 125 años de vida del conjunto rojiblanco que con una victoria así, sin paliativos, incontestable. Aita superando una vez más a su hijo, fundado por unos estudiantes vascos en la capital española cinco años después del nacimiento del equipo bilbaino. Aitaren izenean.

El empate del pasado lunes frente al Granada ya no es tan malo como lo pareció una vez acabó el choque en el Nuevo Los Cármenes. En un puñado de días, el Athletic ha hecho olvidar lo que todo el mundo coincidió en señalar como un fiasco, como no cabe de otra manera considerar un empate en casa del antepenúltimo clasificado y tras adelantarte en el marcador. A diferencia de lo sucedido en tierras andaluzas, ayer, ante su público, no dio ni media opción para que el Atlético le sorprendiera. Y si la tropa del Cholo Simeone, quien tras el choque se rindió a los méritos del “Bilbao”, como le gusta calificar al Athletic, no llegó al descanso perdiendo fue porque la suerte le fue esquiva al equipo local, que estrelló dos palos, falló un penalti y dispuso de hasta dos clarísimas ocasiones más para haber abierto el marcador.

La película parecía más que vista. Cuántas veces ha llegado el conjunto rojiblanco de idéntica manera a una segunda mitad y en cuántas ocasiones ha tirado por la borda sus buenos minutos iniciales, dejando con vida al rival, para terminal maldiciendo su infortunio. Pero ayer no fue así. La fiesta bien merecía un final como el que tuvo el encuentro. Solo faltó golear al Atlético, pero con dos tantos fue más que suficiente. Como le sucedió al Rayo Vallecano dos semanas atrás, los colchoneros perdieron su condición de equipo menos goleado jugando a domicilio, mérito que recae ahora en el Real Madrid.

El triunfo le permite al Athletic mantenerse firme en la quinta posición y abrir un hueco de seis puntos con respecto al Betis, que es séptimo y esta tarde visita a la Real Sociedad, sexta con tres puntos menos que los leones. De paso, el conjunto rojiblanco da un golpe en la mesa y acorta distancias con los puestos de Liga de Campeones, de los que se queda a dos puntos de distancia, si bien Barcelona y Atlético aún tienen un encuentro pendiente.

Clasificación y triunfo al margen, la cita frente a los madrileños permitió ver de nuevo en acción a un Beñat Prados que dio continuidad a sus buenos minutos ante el Granada e incluso ofreció un nivel superior. En esta ocasión formó pareja con Ander Herrera, quien parece empeñado en demostrar que aún le quedan tardes de buen fútbol en sus botas. Su excelente asistencia a Gorka Guruzeta merece una mención especial.

El nivel de los futbolistas de ataque no es ya nada sorprendente y que Dani Vivian y Aitor Paredes cada vez se entienden mejor solo va en beneficio del colectivo. Un Athletic que mira hacia arriba y que por segundo partido consecutivo en San Mamés, dejó su portería a cero.