La Junta Directiva del Athletic que preside Jon Uriarte volvió a recibir, por segundo ejercicio consecutivo, un amplio respaldo a los números presentados por parte de los socios compromisarios del club en la Asamblea General Ordinaria celebrada ayer en el Palacio Euskalduna y en la que estaban citados 1.115 sufragistas. No hubo sorpresas en dicho apartado en una tarde que se intuía plácida para los rectores de la entidad de Ibaigane, que variaron el orden del día, abriendo la cita con la gestión, apartado en el que se explayaron durante un larguísimo periodo de tiempo, y donde recibieron un tirón de orejas, con un apoyo favorable pero raspado por parte de quienes depositaron su voto (55% de síes, 349 apoyos, y un 40% de votos negativos, 252 noes).

Las cuentas del último ejercicio contable recibieron el respaldo del 71% de los socios compromisarios que depositaron su voto (387 votos a favor), con un rechazo del 26% (140). Además, se contabilizaron 18 votos en blanco (3%). Eso sí, la abstención en este apartado fue de 260 personas sobre las 807 que estuvieron activas en algún momento. En lo que respecta a los presupuestos de la presente temporada, 324 compromisarios de los que votaron los aprobaron (un 65%), 152 los rechazaron (30%) y se recogieron 23 blancos (5%) y 313 abstenciones.

El cierre del ejercicio 2022-23 arrojó definitivamente unos gastos que ascendieron a 123,85 millones de euros, lo que supuso un ahorro de 4 kilos sobre los presupuestados inicialmente por los rectores de la entidad. En este apartado llama poderosamente la atención la disminución de la cuantía destinada a la plantilla deportiva, que pasó de los 88,6 previstos a los 83,6 con los que se cerró el curso. La mayor diferencia en clave negativa fue la aportación a otras entidades, que pasó de los 8 millones a los 8,7.

Así las cosas, la Junta Directiva tuvo que hacer uso de un total de 21,5 millones de euros de la provisión, aquella que creó Josu Urrutia con el objetivo de paliar distintos problemas económicos del club en el futuro y de la que se ha ido echando mano en las últimas campañas. En los presupuestos aprobados en la cita del pasado año se estimó que haría falta tirar de la hucha 33,2 millones, por lo que se ha reducido en 11,7 millones el uso de la misma.

Además, en el apartado de ingresos, el ejercicio 2022-23 se cerró con 7 millones más de los previstos. La entrada de dinero fue superior en 3,5 kilos en el apartado de los ingresos deportivos, mientras que los ingresos por gestión se dispararon en casi cuatro millones.

Los presupuestos que fueron aprobados por la Asamblea arrojan gastos que se elevan hasta los 133,6 kilos, con un aumento de 5,7 millones en plantilla deportiva en la comparativa entre las cuentas del ejercicio anterior y la estimación del actual. Realizando el mismo paralelismo, en el personal no deportivo el incremento es de 1,85 kilos. Los ingresos previstos son de 128,7 millones, pero el déficit es de 16,6 millones que se solventará haciendo uso de la hucha por idéntica cantidad. Así, la provisión quedará en unos 22 kilos. Unos números que son el reflejo de la gestión de la Junta, marcada por la contención del gasto con el firme objetivo de reducir al máximo el déficit estructural que arrastra el club.

Mucha abstención

La Asamblea General Ordinaria de ayer invita a una profunda reflexión tanto por parte del club, quizá la fecha elegida no fue la más adecuada, por aquello de tratarse del día previo a una jornada festiva, si bien la asistencia a la misma puede ser tanto presencial como de manera telemática, y especialmente por los socios compromisarios, pues la abstención fue cuando menos llamativa. Esa vieja petición de “un socio un voto” pierde su sentido cuando de los 1.115 compromisarios solo asistieron o se conectaron 812 y de ellos, hasta 313, se abstuvieron de votar a los presupuestos.

Otra de las cuestiones que más llamó la atención fue que Jon Uriarte hizo partícipe a Jon Berasategi, director general del club, cuando realizó el repaso de la gestión, cuestión esta que enlazó con el discurso presidencial. El ejecutivo del club compareció en otro atril junto al presidente, quien explicó que a su llegada al trono de Ibaigane consideró que había cierta anarquía entre las juntas directivas previas y el resto de trabajadores del club y que su deseo ha sido aunar a ambas partes y hacer que trabajen de manera conjunta.