En la segunda Asamblea General Ordinaria encarada por la Junta Directiva de Jon Uriarte desde que se hiciera cargo del sillón de Ibaigane, tediosa y extensa pese al afianzamiento de las nuevas tecnologías, como el voto telemático, y en vísperas de una jornada festiva, y que por ello agradeció el máximo dirigente la asistencia al Palacio Euskalduna, la masa social sacó a relucir frentes abiertos de los actuales gestores. La comunión con los socios no es idílica y así se pudo ver a la hora de tratar situaciones relacionadas con peñistas o grupos de animación.

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La Asamblea General Ordinaria del Athletic, en imágenes Pablo Viñas

En referencia al nexo entre club y la masa social, la Junta Directiva admitió que un objetivo para esta temporada es “construir una relación con la grada de animación”, con la que pretende “colaborar más estrechamente” en un vínculo que sea “bidireccional”. “Sabemos que buena parte está en nuestro tejado y que tenemos que destinar más recursos”, admitió el director general del Athletic, Jon Berasategi. Para ello dijo que existen “noventa procedimientos” que hay que analizar y revisar para alcanzar esa “relación”. “Es un trabajo conjunto y que está en desarrollo”, dijo por su parte el vocal Gorka Cubes, emplazando las posibles soluciones a futuras reuniones que buscan consensos.

El propio Cubes también aseguró que el club está “en estrecha relación con las peñas”. No obstante, admitió que se puede mejorar y que para ello se está trabajando estrechamente con la grada de animación popular de modo que se pueda tener en cuenta a todos los colectivos que la integran.

Existe cierto descontento entre los peñistas por asuntos que han tratado con el club, como el sistema de reparto de entradas o la posibilidad de tener que pagar una cantidad económica por poder acceder a las mismas. Al respecto, Cubes recordó que “el único cambio en la relación del club con las peñas es que la petición de las entradas se haga de forma directa entre las peñas y el club, que la asignación de entradas se gestione directamente entre el club y las peñas, y que no se haga a través de la agrupación. Que sea un derecho a través de un reglamento, que hasta ahora no existía. Se está pidiendo un censo de peñistas”, desarrolló Cubes, que aseguró que “para tener acceso a entradas no quiere decir que haya que hacer un pago por parte de los peñistas”. Desde el club se defiende que se está persiguiendo la “transparencia” y “una rendición de cuentas de un dinero que se da a las peñas”.

En este sentido, Cubes desmintió que se esté solicitando “una cuota” a los peñistas. Aunque por otro lado admitió que se están estudiando “medidas para llegar a conocer a los peñistas a los que se les puedan otorgar unos derechos (como el de adquirir entradas)” y esto podría conllevar a los peñistas a un pago de 50 euros que el club se embolsaría, según el vocal, “sin afán recaudatorio”. “No es una medida que se esté planteando como afán recaudatorio, pero la estamos estudiando. El instrumento del carnet Athletic está ahí”, ahondó.

Cubes también manifestó sobre el posible pago de los peñistas que “habrá que ver qué tipo de ventajas se pueden adosar”, antes de concluir el asunto reiterando que “son medidas que están en estudio, en trabajo”, en consonancia con los peñistas.

De este modo, la Junta Directiva dejó ver que tiene camino por delante para encontrar una conciliación con un importante sector de la grada. Al cierre de esta edición, los rectores del club tenían pendiente abordar dos de los puntos del orden del día que más controversia podían generar en la Asamblea, que eran el sexto y el séptimo, denominados Proyecto de Reglamento de abonados, acceso, permanencia en el estadio y Proyecto de Reglamento disciplinario, respectivamente, y que también tenían afectación para la masa social, como se pudo ver en los días previos a la cita con las urnas.

De hecho, la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, que advirtió de que poseía un peso bastante representativo en la Asamblea, un estrecho vínculo con otras agrupaciones y que ya convocó una huelga de animación al inicio de la temporada, adelantó que haría una férrea defensa del ‘no’ a dichos puntos al considerar que “rozan la censura de la libertad de expresión” de los socios del club, ya que desde el grupo de animación consideran que de aprobarse y desarrollarse el reglamento disciplinario se podría impedir por ejemplo la crítica con repercusión pública a las diferentes juntas directivas. Son cuestiones que el club deberá tratar para alcanzar la paz social de manera objetiva, que se refleje en ese “sistema de medición de la satisfacción del socio” al que hizo referencia Jon Berasategi y que se corresponde con ese sentir al que en varias ocasiones ha aludido Uriarte asegurando que el Athletic es un club plural.

Mardones, ausente

El presidente de la Federación Vizcaina de Fútbol, Iñaki Gómez Mardones, no asistió por primera vez en su trayectoria a la Asamblea del Athletic. Al parecer, algunos socios compromisarios pidieron que no asistiera por su tibia reacción contra Luis Rubiales por su comportamiento como presidente de la Federación Española.