En detrimento de Kike Burgos consiguió hacerse con las llaves de la portería de San Mamés el joven Juanjo Valencia (Donostia, 18-IX-1971), quien debutó como león en el curso 1992-93 recién promocionado desde el Bilbao Athletic tras convencer en pretemporada a Jupp Heynckes. Fue años antes, como juvenil, cuando el donostiarra conoció también en persona a Iribar. Y no olvida el pasaje: “Cuando llegué a Lezama a probar con 18 años no sabía quién iba a entrenarme y apareció allí el Txopo. Yo no podía casi ni sujetar el balón, flipaba. Fue bastante impactante”.

“Después lo tuve en el primer equipo y el recuerdo que tengo de él es excepcional como persona y como entrenador. Me abrió la posibilidad de llegar arriba y el trato siempre fue exquisito”, profundiza Valencia, quien apunta que “cada vez que él hablaba abrías las orejas todo lo que podías, porque un hombre con esa experiencia y ese saber estar todo lo que te podía aportar era bueno. Yo intentaba absorber todo lo que me decía”. “Iribar es leyenda del Athletic y del fútbol mundial, así que tener la suerte de que me acompañara en aquellos años fue un privilegio y un honor. Es un recuerdo imborrable y no tengo palabras para agradecerlo, porque supuso mucho para mí”, asegura asimismo el exguardameta guipuzcoano, quien disputó 195 partidos en 7 temporadas (1992-99) como rojiblanco.

La dificultad de mantener el listón bien alto en una portería con tanto peso la notó desde el debut Valencia, aunque señala que “más que presión, era una responsabilidad al haber pasado por el club grandes porteros y ser José Ángel el que más haya marcado”. “Han pasado muchos años, pero me acuerdo de que cuando jugábamos y llegábamos a los hoteles todavía le pedían más autógrafos al Txopo que a ningún futbolista. Era curioso, pero normal también al ser una persona que significó tanto para el Athletic y para el fútbol”, rescata Valencia, quien en calidad de actual entrenador de porteros del Leganés en LaLiga SmartBank afirma que “el fútbol va cambiando y las metodologías también, pero siempre hay cosas que guardas de antiguos maestros como fue Iribar”.

Al imaginar al Txopo en activo en el fútbol actual, Valencia no duda: “Sería uno de los mejores, porque él era un portero bastante avanzado a su tiempo. Viendo el golpeo que tenía con los pies, seguramente sería bueno en esa faceta y sería también un portero de primerísimo nivel en el fútbol actual. No tengo ninguna duda”.