El fútbol, y más desde que el coronavirus alteró el normal funcionamiento del planeta, no da ni un segundo de respiro. No hay tregua. Tampoco tiempo para lamentos ni celebraciones; ni para pedir tiempo muerto en una situación como la actual, en la que el Athletic ha cambiado de entrenador. Es más, en momentos así parece que el tiempo se acelera. La vida de Marcelino García Toral (Villaviciosa, 14-VIII-1965), que se presumía tranquila hasta hace unos pocos días, es ahora una carrera contrarreloj. Ayer se dejó ver en distintos lugares de Bilbao junto a los que serán algunos de sus ayudantes antes de desplazarse a Lezama pasadas las 16.30 horas, donde dirigió su primer entrenamiento como técnico rojiblanco. Además, las cámaras captaron por la mañana a su segundo, Rubén Uría, en Ibaigane, a donde seguramente acudió a estampar su firma en el contrato, y sobre la hora de comer se dejó ver en un hotel de la capital vizcaina, el mismo en el que la plantilla se suele concentrar. Tras una mañana ajetreada, Marcelino y su equipo de trabajo se pusieron manos a la obra para preparar su estreno de mañana al frente del Athletic, que será de altura.

No es para menos. Por lo pronto, y después de solo dos sesiones de trabajo, la de ayer, además, de recuperación para un buen puñado de futbolistas, el conjunto rojiblanco recibirá mañana la visita del Barcelona en el encuentro aplazado de la segunda jornada. En el día de Reyes, el deseo del técnico asturiano será no recibir carbón. El duelo ante el equipo culé será una primera toma de contacto en la que poder ver por dónde van los tiros en cuanto a la propuesta futbolística y la gestión de los recursos de la plantilla. Cuentan algunas voces que Marcelino lleva semanas analizando a los jugadores y que ha visto todos los partidos disputados por los leones hasta la fecha, por lo que se entiende que su aterrizaje será bastante sencillo. Traer los deberes hechos de casa se entiende, sin duda, como algo positivo.

Tras recibir al Barça en San Mamés, el equipo se desplazará a Madrid para enfrentarse al Atlético en el choque que cerrará la primera vuelta del campeonato de la regularidad. El líder de la liga, intratable, que aventaja en dos puntos al segundo, el Real Madrid, con dos partidos menos, será otro hueso duro de roer para un Athletic cuyos futbolistas deberán aprenderse casi de memoria el librillo del nuevo inquilino del banquillo.

Primer entrenamiento de Marcelino

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Las imagenes del primer entrenamiento de Marcelino

Pero la cosa no se queda ahí, ya que tras el choque del Wanda Metropolitano el equipo bilbaino iniciará su andadura en la Supercopa. En el estadio de La Rosaleda de Málaga se verá las caras con el Real Madrid en las semifinales de un torneo que el covid-19 ha impedido que se dispute en Arabia y que dejará unos pingües beneficios en las arcas del club. Que serán mayores en caso de que el Athletic supere al conjunto merengue y se cuele en la final, donde el domingo día 17 y con La Cartuja como escenario, le esperarían el Barcelona o la Real Sociedad, los otros dos clubes participantes.

La copa, el gran reto

A la participación en la Supercopa le seguirá el inicio de la andadura copera de la presente campaña, una cita que tendrá lugar lejos de Bilbao el miércoles 20 o el jueves 21 y ante un rival de menor categoría cuya identidad se conocerá este viernes. Pero sin duda el gran reto al hablar del torneo del K.O. tiene que ver con la esperadísima final de Copa del año pasado. El derbi vasco se trasladará a Sevilla, casi con total seguridad el 4 de abril, y allí bilbainos y donostiarras pelearán por un título que podría convertir a Marcelino García Toral en el primer técnico que conquista dos Copas de manera consecutiva con dos equipos distintos, ya que en la última final, la de la campaña 2018-19, se impuso con el Valencia al Barcelona. Semanas después, ya con la nueva campaña empezada, fue cesado por desavenencias con los dirigentes del conjunto ché.

Pero esa esperada cita copera llegará en abril, para cuando, se entiende, que el equipo habrá asimilado por completo el librillo de Marcelino. Para entonces se habrá podido comprobar la eficacia de ese 4-4-2 que ha impuesto como formación allí donde ha ejercido, pero antes, además de los citados partidos, cerrará enero con al menos dos encuentros más: Getafe y Barcelona, a los que podría sumarse un tercero, el de octavos de Copa. Un comienzo de altura.

Liga: Barcelona, mañana; Atlético de Madrid, el sábado; Getafe, el 25 de enero y el Barcelona, el sábado 30 o el domingo 31.

Supercopa. Al menos un encuentro, ante el Real Madrid en las semifinales de la Supercopa el próximo jueves. De ganar, la final ante el Barcelona o la Real Sociedad se jugará el domingo 17.

Copa. Este viernes conocerá el Athletic a su rival en dieciseisavos (miércoles 20 o jueves 21).