El Athletic se ha levantado. No es la primera ocasión que ocurre este curso. Días después de que todo su entorno disfrutara de un subidón llegaba de golpe y sopapo un bajón que se ha convertido en habitual. Así ha sido en lo que lleva transcurrido de liga tras una victoria, lo que ha causado incredulidad y malestar. Y el dato empírico es importante tenerlo en cuenta. No hace falta más que recordar lo que sucedió después de que el conjunto rojiblanco venciera en el derbi de Ipurua, hiciera lo mismo frente al Levante y Sevilla, con continuos vaivenes que no han hecho más que deteriorar la imagen del entrenador y del propio equipo. Es evidente que la figura de Gaizka Garitano y el lunes salvó la cabeza gracias a la goleada de los leones sobre un Betis menor, un éxito que aporta cierta paz en el mundo athlectizale, inmerso en el gozo que supuso el contundente triunfo, el más abultado en liga de la era Garitano, sobre el cuadro verdiblanco y que deja al Athletic más cerca de los puestos europeos que de la zona de descenso.

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Las imágenes del Athletic-Betis

El encuentro del lunes debería marcar un antes y un después, pero es una expresión que se ha repetido como un mantra desde septiembre. Quizá sea este el momento bueno para que se haga realidad. El viraje que dio Garitano en el choque frente a un diezmado Betis es llamativo y ha generado el aplauso general en la familia rojiblanca, que incluso se quedó ojiplática cuando conoció el once que ponía en liza el derioztarra, hasta el punto de que se sospechó que se le había ocurrido hacer plagio de la fórmula que empleó Javi Clemente una semana atrás al frente de la selección de Euskadi. No en vano, los dos coincidieron en la misma idea ofensiva, con el único cambio de cromos en el inquilino que ocupó el extremo izquierdo. Quizá no haya más ciego que el que no quiera ver, pero lo cierto es que Garitano dio el paso de revisar su credo y apostar por un planteamiento que reclamaba el gran público y a toro pasado le salió redondo, y de paso recuperar parte de un crédito que parecía tener prácticamente agotado.El vocablo ultimátum causa alergia en los entrenadores, conscientes del agobio que entraña. Garitano salvó el lunes el primer match-ball, pero puede retornar a la casilla de salida si el domingo el Athletic vuelve a las andadas en su visita a un Getafe que ni de asomo se espera que dé las mismas facilidades que dio el conjunto verdiblanco, el más goleado de LaLiga Santander. El cuadro azulón es puro cemento, hecho a la medida de su entrenador, José Bordalás, por lo que el técnico rojiblanco debe examinar su aparente reconversión frente a un rival de un perfil opuesto al del Betis y que obligará al Athletic a ofrecer un ejercicio de máxima exigencia si quiere encadenar en el Coliseum la ansiada segunda victoria consecutiva por primer vez en este ejercicio y cerrar durante un tiempo el debate en torno a la persona de Garitano, que ya ha sufrido su cuota de desgaste.

La expectación es evidente. ¿Se volverá a ver al Athletic del lunes? ¿O se quedará en flor de un día? Son muchas las lecturas que se efectúan alrededor del monotema nada más consumarse la goleada sobre el conjunto de Manuel Pellegrini. ¿Renegará Garitano del mismo Garitano? Se dice que no hay dos partidos iguales, cada uno tiene su propia alma. Los antecedentes, la verdad, no ayudan al derioztarra, al que le ha penalizado su política y su gestión en compromisos asequibles ante el Granada, Cádiz, Alavés, Osasuna y Valladolid, todos ellos saldados con sendos fiascos que propiciaron la amenaza de su destitución si los leones hubieran hincado la rodilla frente al Betis. El técnico rojiblanco se la jugó con la primera titularidad esta liga de Unai Vencedor y Unai VencedorAsier Villalibre, con la suplencia de fijos como Dani García, Raúl García y Unai López, con un fútbol más dinámico. Un cóctel sabroso que facilitó una goleada que, en cambio, pone el listón alto para Garitano de cara a la comparecencia en el Coliseum.

La meritocracia es parte del fútbol y quedará por saber si el derioztarra será fiel a la misma y repite once el domingo con la llamada triple V (Vesga, Vencedor y Villalibre) o, por el contrario, rescata parte de su ideario habitual. Es decir, si vuelve a hacer sitio a Dani García, curiosamente con pasado en el filial del Getafe en su juventud futbolística, o a Raúl García, al que le motivan batallas como la que se intuye con el equipo azulón. Se trataría de un riesgo o de un acierto en función del resultado. Sea como fuere, Garitano ha ganado tiempo, pero esta misma historia se dio tras vencer al Eibar, Levante y Sevilla.