Se acabó el culebrón. El caso Unai Nuñez -sin tilde, como figura en su DNI- (Portugalete, 30-I-1997) tocó 7a su fin con final feliz: renovación del contrato del central hasta el 30 de junio de 2025, si bien el último año está sujeto a objetivos que no fueron desvelados, por lo que se compromete por dos cursos más de los que tenía firmados actualmente, y lo hace sin cláusula de rescisión. Por un lado, el club ve colmados sus deseos de atar por más tiempo a un activo que considera "importante", como así le calificó recientemente Rafa Alkorta, el director deportivo, y lo hace sin fijar un precio a su salida, que hastael martes era de 30 millones de euros. Por otro, el futbolista, pese a que amagó con buscar una salida en forma de cesión, cumple con aquello que siempre ha querido y que nunca ha ocultado: renovar con el que considera que es su club y el de toda su familia.

En este sentido, en declaraciones difundidas por el la entidad bilbaina minutos después de que el central rubricara su firma en su nuevo contrato, este no ocultó su felicidad por el acuerdo: "Es una felicidad inmensa. Soy un chaval de cantera, entré (a Lezama) en 2007. He ido dando todos los pasos hasta llegar al primer equipo. Ahora, un alargue de años significa que quiero estar en el Athletic, mejorar y triunfar aquí. Es un reto muy bonito y a la vez una responsabilidad que tengo ganas de asumir y seguir luchando por este escudo".

El presidente, Aitor Elizegi, aplaudió también la continuidad de Nuñez. "La renovación de Unai Nuñez supone que uno de los nuestros elige quedarse en su club. Un jugador consolidado que va a ser parte del presente y del futuro de una de las defensas más importantes de la historia del club. Nos permite consolidar un espacio y un grupo de trabajo alrededor de un gran portero que probablemente permita defendernos en la llegada de muchos de los talentos de los jóvenes que están intentando consolidarse en el equipo", apuntó antes de agregar que el portugalujo "es un defensa de presente y además de futuro que con el resto de renovaciones consolida y mantiene el talento, la juventud, la gente hecha en casa dentro de nuestro club, dentro del Athletic".

De las palabras a los hechos

La noticia que oficializó el club en la mañana del martes contó con el beneplácito mayoritario de la afición rojiblanca, la misma que durante meses asistió incrédula a un culebrón al que resultaba difícil intuirle un final así. Demasiada palabrería. Tanto por parte de algún representante del club como por el propio futbolista. Hay que echar la vista más de un año atrás, hasta el mes de septiembre de 2019 concretamente, para dar con el primer patinazo, obra de Alkorta. Pocos días antes de que Nuñez debutara con la selección española a las órdenes de Robert Moreno, el director deportivo aseguró que "30 millones se pagan por otros centrales", en alusión a la cláusula de rescisión que figuraba entonces en el contrato del portugalujo y el supuesto interés del West Ham en hacerse con sus servicios previo pago de dicha cantidad.

Las palabras del director deportivo no le sentaron bien al futbolista y muchos de sus compañeros tampoco entendieron el motivo de tal afirmación, si bien en un gesto que le honra, Alkorta supo reconocer su error. "Metí la pata con lo que dije y le pedí perdón en persona", admitió tiempo después.

No hubo más noticias sobre Nuñez hasta el pasado mes de marzo, al margen de algunas filtraciones interesadas que situaban al futbolista en distintos equipos del panorama europeo en operaciones que nunca llegaron a cuajar. Fue entonces, pocos días antes de que el mundo se paralizara debido a la pandemia del coronavirus, cuando el máximo responsable de la parcela deportiva del Athletic desveló que le había trasladado hasta tres ofertas al futbolista, sin que hubiera recibido respuesta alguna. Ni afirmativa ni negativa. Entonces, como repetiría semanas después, Alkorta, en tono calmado, consciente de que aún le restaban tres años de contrato, apuntó lo siguiente: "Estamos a la espera (de una respuesta). Seguiremos a la espera, pero con la calma que da tener dos años más de contrato". Agregó también que "desde el primer momento" quisieron que Nuñez siguiera, además de asegurar que la oferta trasladada al central contaba con "unos números muy razonables" que hay quien asegura que rondan el millón y medio de euros limpios por curso, que podrían ser más en función de distintas variables.

El silencio tanto institucional como del propio futbolista se apoderó de la negociación durante el confinamiento hogareño. Hasta que con el verano a punto de acabar, Nuñez ofreció una entrevista al diario As de la que ni el club tenía constancia, en la que dejó el siguiente titular: "Mi principal condición para renovar es que el club me ceda a un equipo en el que sea protagonista". No ocultó, eso sí, que su deseo era renovar. "Que quede claro: yo quiero renovar. Esa información (en alusión a quienes decían que no quería renovar) es totalmente falsa y sabemos de dónde viene". Además, aseguró que tanto el director deportivo como el entrenador les trasladaron a él y a sus agentes que era "el tercer central".

Gaizka Garitano, primero, que negó haber comentado algo así -"en mi vida le he dicho a un jugador que es el tercer central"- y Alkorta, que dejó claro que "Nuñez es importante para nosotros y es imposible que salga cedido", replicaron al central, que consciente de haber cometido un error con su salida de tono, pidió perdón a diversas personalidades del club. Las aguas volvieron a calmarse, aunque su rendimiento sobre el verde mientras Yeray Álvarez estuvo de baja no fue el esperado, lo que le convirtió en objeto de la crítica. Con la recuperación del de Barakaldo en la sexta jornada Nuñez volvió al banquillo. Parecía que su renovación permanecería aparcada, hasta que ayer el club oficializó el fin de un culebrón que ha tenido un desenlace feliz.